A la entrada en vigor del Código Nacional de Procedimientos Penales, en 2016, se concluyó con la implementación de la reforma Constitucional respecto al modelo penal inquisitivo y mixto con el modelo adversarial y oral. Este último tiene una modificación importante respecto a la última etapa que es la ejecución penal; es decir, el cumplimiento de la sentencia. Para ello se establecieron reglas específicas y figuras novedosas con la finalidad de poner la víctima al centro y respecto de obtener el pago de la reparación del daño.
La conjunción entre ejecución penal y justicia restaurativa se presenta de diversas maneras: puede ser con el pago monetario de la pena, puede ser con una disculpa pública, con el pago de multas, entre otras; sin embargo, existen casos en donde, además de lo anterior, el probable responsable debe de tener un proceso de castigo privado de su libertad como pena, según lo establece la ley, y posteriormente ser sujeto a algunos beneficios en términos de la ley en la materia. La finalidad de la pena en prisión es buscar que las personas privadas de su libertad, a través del tratamiento en prisión, aprendan una serie de cosas que les permitan salir a la libertad y reinsertarles a tener una adecuada conducta ante la sociedad, dando así una segunda oportunidad a la vida en libertad.
La reinserción social requiere de constancia y disciplina, con la finalidad de buscar la reivindicación de las personas que cometen delitos, para ello en los centros de reclusión es que se busca se activen a través de procesos de desintoxicación de adicciones, actividades culturales, escolares y además de practicar algunos deportes como básquetbol, voleibol, el box, fisicoconstructivismo, frontón, fútbol soccer y americano.
El día de ayer tuve la oportunidad de ser testigo de la final de la liga humanista de fútbol americano de los reclusorios de la Ciudad de México, organizado por el subsecretario del sistema penitenciario de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en el que participaron los equipos:
· Renos del Reclusorio Norte;
· Gladiadores del Reclusorio Oriente;
· Espartanos del Reclusorio Sur;
· Perros de la penitenciaría de Santa Martha Acatitla;
· Demonios del Centro Varonil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla;
· Sharks de Aragón;
· Tigres de Coacalco;
· Huracanes de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX
· Cóndores del despacho Nassar & Nassar;
· Panteras (femenil) Santa Martha Acatitla y
· Huracanes (femenil) de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
La final fue entre Renos y Huracanes en medio de un ambiente fue familiar, con porras que integraban a compañeros de trabajo, algunos reclusos, autoridades. Se hizo la entrega de los correspondientes trofeos, para el primer y segundo lugar, así como para las mejores defensas y ofensivas. Sin duda un ambiente festivo y con un dejo de esperanza por la reinserción social ya que en el campo de juego son como niños, no se aprecia más que constancia y disciplina de quien juega, se cae y se levanta sin distingo de las personas privadas de la libertad y quienes van a jugar como visitantes.
Nota al pie de página:
Es lamentable que años de carrera judicial de muchos buenos magistrados y jueces federales se hayan reducido en pelotitas al azar, en una tómbola de seis horas ejecutada por la mínima asistencia necesaria de senadores (66) de 128. Quizá habrá que ver los antecedentes de la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en estos menesteres.
