Trump, Rusia y Ucrania

26 de Febrero de 2025

Carlos Graciano
Carlos Graciano
Politólogo por la Universidad Iberoamericana, consultor y estratega político, especializado en comunicación política electoral y gubernamental, ha sido conferencista internacional en la Cumbre Mundial de Comunicación Política y ganador de los Reed Latino Awards 2021, 2022, 2023 y 2024.

Trump, Rusia y Ucrania

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Carlos Graciano

El 18 de febrero, Arabia Saudita sirvió como territorio neutral para ser sede de una importante reunión entre altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia, para discutir sobre el futuro del conflicto en Ucrania. Lo más relevante de este encuentro fue la exclusión de Ucrania de dicha reunión, lo que deja ver la relevancia que ocupa en el plano internacional cada actor involucrado en este conflicto. Como en toda negociación, cada parte tiene sus propios intereses y su propia versión.

Desde el punto de vista estadounidense, como lo expresó el senador Marco Rubio, el propósito de las conversaciones parece ser evaluar si Rusia está realmente comprometida con la idea de poner fin al conflicto en Ucrania, un conflicto que, en este contexto, sigue estando en el centro de las tensiones geopolíticas. Las declaraciones de Washington sugieren que, en caso de que las negociaciones progresen, Ucrania y los países europeos también serían parte del proceso. Este enfoque, sin embargo, refleja una postura pragmática: cualquier avance de negociación podría implicar un nuevo equilibrio en la región, uno que podría implicar cambios significativos para la política exterior estadounidense.

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Por otro lado, el Kremlin dejó claro que las conversaciones se enfocarían principalmente en restaurar la funcionalidad de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, en vez de abordar directamente las cuestiones relacionadas con Ucrania. En esta lógica, Moscú se muestra dispuesto a buscar un acercamiento con Washington, pero sin concesiones sobre la cuestión ucraniana, que sigue siendo un punto de fricción. La posición de Putin no solo es clara, sino también firme en cuanto a que cualquier acuerdo debe respetar los intereses de Rusia sin ceder en temas que considera cruciales para su seguridad y su influencia regional.

La respuesta de Ucrania, a través de su presidente Volodymyr Zelensky, ha sido enfática al rechazar la exclusión de su país de las conversaciones, señalando que su gobierno no estaba al tanto de tales negociaciones y que no participaría de ellas. Sin embargo, la propuesta de Zelensky de permitir a Estados Unidos acceder a los recursos minerales de Ucrania a cambio de garantías de seguridad, refleja una voluntad pragmática de negociar, si bien bajo condiciones que aseguren la estabilidad a largo plazo del país. La postura de Europa, representada por los líderes de la OTAN y algunos miembros del bloque, subraya la necesidad de respaldo estadounidense en cualquier futuro acuerdo de paz, lo que muestra la interdependencia de las potencias en cuanto a la resolución del conflicto.

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China, por su parte, ha expresado su deseo de que todas las partes involucradas en el conflicto de Ucrania se sienten juntas para discutir una solución pacífica. Aunque la postura china es una llamada al diálogo multilateral, es evidente que Beijing está más centrado en sus propios intereses geopolíticos en la región y su influencia creciente sobre el escenario global. Su declaración también muestra una preferencia por mantener su rol de mediador neutral en cuestiones que involucren a las grandes potencias, como la guerra en Ucrania, sin involucrarse directamente en los temas bilaterales entre Estados Unidos y Rusia.

Por su parte, Trump, ha lanzado una serie de declaraciones que han causado controversia en Europa, especialmente por sus críticas al presidente Zelensky. Trump ha sugerido que, en su opinión, la guerra en Ucrania podría haberse evitado y que él podría haber alcanzado un acuerdo con Rusia que “habría dado casi toda la tierra a Ucrania, sin que nadie muriera”. Estas declaraciones no solo muestran su postura hacia el conflicto, sino también su creencia de que Estados Unidos podría haber jugado un papel más determinante en la diplomacia para frenar la guerra.

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El escenario actual de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia, sin la inclusión de Ucrania, es una manifestación de los complejos intereses internacionales que continúan evolucionando a medida que el conflicto en Ucrania se prolonga. Aunque tanto Washington como Moscú parecen estar buscando una restauración de sus relaciones bilaterales, las diferencias en cuanto al papel de Ucrania y la interpretación de los intereses de seguridad de cada país siguen siendo puntos de fricción. ¿Cuál será el desenlace de esta historia? Al tiempo lo sabremos.