Recuerdo todavía cuando era primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, así como el comandante de Hamas, Mohammed Deif (presuntamente muerto), por cargos que incluirían crímenes de guerra y contra la humanidad, ocupación de los gobernantes, ser y parecer personas honestas.
Era un capital político invaluable. La tranquilidad que les daba no tener ni una multa de tránsito en su vida jugaba como capital político. Como todo en la vida, los valores van cambiando, y con ellos la percepción de las cosas.
¿Cuándo dejó de importarnos la calidad humana de las personas, o quizá mejor dicho, de los gobernantes? Porque entre parecer y ser estaría el “querer ser”; las condiciones para cumplir una intención atraviesan por el ánimo y deseo de cumplir; si no hay esta condición, no hay un resultado favorable.
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¿A qué viene esta reflexión? ¿Se ha percatado usted de quiénes gobiernan la vida de cientos de millones de personas? Estados Unidos tiene una población de poco más de 340 millones de habitantes. Rusia tiene poco más de 142 millones. Agregue usted, por favor, a esta ecuación a Israel. El Estado hebreo tiene 10 millones de personas. Lo anterior nos da una cifra aproximada de casi 500 millones de seres humanos.
Todo bien, salvo que, según las leyes de Estados Unidos y la lógica jurídica del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, estos 500 millones están gobernados por delincuentes.
Me explico: El primer juicio en contra de un expresidente de los EE. UU., Donald Trump, de 77 años de edad, lo encontró culpable de 34 delitos graves por falsificación de documentos. Esta situación se dio a partir de 2016. El escándalo involucró al hoy presidente y a la actriz Stormy Daniels. La normatividad en nuestro país vecino permite que un hombre acusado y declarado culpable pueda ser presidente de ese país... ¡como lo es!
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Rusia está enfrascada en un conflicto bélico con su vecino Ucrania, un diferendo que, dicho sea de paso, carece de toda justificación. El costo de esta guerra ha sido ya de más de un millón de muertos. La Corte Internacional de Justicia de La Haya llegó a una decisión después de recibir denuncias.
Los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, emitieron el viernes 17 de marzo una orden de arresto contra Vladimir Putin por crímenes de guerra.
Finalmente, en el marco de la guerra de Israel contra el grupo Hamas, que ha cobrado más de 47,000 vidas, en un conflicto que no es entre dos naciones, la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte Penal Internacional también emitió una orden de arresto internacional contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, así como contra el comandante de Hamas, Mohammed Deif (presuntamente muerto), por cargos que incluirían crímenes de guerra y contra la humanidad.
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Es preocupante que hoy, millones de vidas estén gobernadas por personajes con semejantes señalamientos. Sin embargo, lo más seguro es que, cuando les pregunten, respondan con: “YO TENGO OTROS DATOS”.