El 20 de agosto del año pasado, la selección femenina de futbol de España ganó la final de la Copa Mundial Australia 2023, y lo que debería ser motivo de celebración se vio opacado por un suceso que causó indignación, no sólo en el mundo del deporte, sino que escaló a nivel internacional, convirtiéndose en un verdadero escándalo.
En el momento en que los trofeos eran entregados, el presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, besó en la boca a la capitana del equipo, Jenni Hermoso, quien, al ser cuestionada sobre el suceso, respondió que no le gustó. De inmediato, las imágenes del beso se volvieron virales en redes sociales, lo que provocó muestras de rechazo hacia el comportamiento de Rubiales. Este le restó importancia al hecho, pues, al ser cuestionado, respondió: “¿El beso con Jenni? Idiotas hay en todas partes. Cuando dos personas tienen una muestra de cariño sin importancia, no podemos hacer caso a las idioteces. Somos campeonas y con eso me quedo”.
Además, se publicó un comunicado de la RFEF a nombre de Jenni que decía: “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial...”. Sólo para que más tarde, el diario Relevo asegurara que este no había sido redactado por la futbolista, sino por la misma Federación. Esto generó diversas protestas que incluyeron un comunicado firmado por las 23 campeonas, además de 58 jugadoras españolas, donde renunciaban a ser nuevamente convocadas si no eran removidos los actuales dirigentes. El comunicado terminaba con el hashtag #SeAcabó, que se viralizó en su apoyo. Jenni Hermoso empezó una querella en contra de Rubiales por agresión sexual.
Las protestas rindieron frutos y Luis Rubiales renunció a su cargo. Netflix presenta el documental #SeAcabó: Diario de las Campeonas, dirigido por Joanna Pardos. En él, por primera vez, las jugadoras de la selección española cuentan con sus propias palabras qué fue lo que pasó en los días que siguieron a su histórico triunfo y cómo el acto de agresión sexual cometido por Luis Rubiales empañó su celebración.
Pero no sólo se trata de ese momento específico; el documental nos muestra los antecedentes de cómo las jugadoras llevaban varios años en una lucha constante con la Federación, que ignoraba sus peticiones de mejoras en sus condiciones laborales y salariales, además de tener que estar bajo las órdenes de un entrenador incapaz, que solamente ocupaba el puesto por el nepotismo de los dirigentes.
La narrativa que maneja el documental empieza como cualquier otro dedicado al deporte: seguimos a la selección femenil de España en los partidos que las llevaron a disputar la final del Mundial, pero, casi sin sentir, se convierte en un documental de denuncia y nos expone los comportamientos abusivos de la Federación hacia las jugadoras y cómo los medios de comunicación, ante cualquier protesta, de inmediato las tachaban de berrinches dignos de un puñado de niñas.
También nos muestra cómo algunas jugadoras, por miedo a ser excluidas de la selección, evitaban mezclarse en cualquier controversia, pero el infame beso de Rubiales hacia Hermoso fue la gota que derramó el vaso y se dieron cuenta de que, siendo sororas y presentándose como un solo bloque, podrían conseguir que las cosas cambiaran.
Los testimonios de las jugadoras tienen una mezcla de dolor e indignación, pero, sobre todas las cosas, del orgullo de haber sido las protagonistas de un movimiento tan grande como el #SeAcabó.
Se acabó: diario de las campeonas es un gran trabajo que nos muestra cómo, con unión y sororidad, el machismo estructural se puede derribar. El documental está disponible en Netflix.