Se les trata igual pero valen menos

11 de Marzo de 2025

Oscar Moha
Oscar Moha

Se les trata igual pero valen menos

Oscar Moha

Oscar Moha

A propósito del Día Internacional de la Mujer:

Las Asociaciones Religiosas en México presumen un trato igualitario y equitativo -con equidad de genero-, sin embargo, algunas consideran a las mujeres como entes de segunda, incapaces de hacer las tareas de un varón.

En la religiosidad mexicana también existe la discriminación, que actores y líderes del ámbito eclesial justifican con versos bíblicos o tradiciones ancestrales. La iglesia mayoritaria en México ha tenido que considerar prioritario el trabajo eclesial de las mujeres, a falta de la vocación sacerdotal y el desapego a tareas religiosas de los hombres.

No existe un organismo para Prevenir y eliminar la discriminación de género en las Asociaciones Religiosas. La elaboración de los estatutos (reglamentos internos de auto administración) de muchas iglesias las hacen los hombres, ignorando religiosamente el punto de vista del sexo débil.

Es el caso de congregaciones como la Iglesia Nacional Presbiteriana, con más de 5 mil templos a nivel nacional y un número similar de ministros de culto... todos varones.

No conciben todavía que una mujer pueda llevar a cabo el trabajo que tienen los pastores. Las consideran incapaces, reforzando este argumento con textos bíblicos y aspectos doctrinales que los mismos líderes han orquestado para seguir controlando el machismo tan socorrido al interior de sus templos. no todos, pero sí en una gran mayoría.

El asunto es que, a falta de pastores y líderes masculinos, las mujeres han ganado poder numérico, aunque poco reconocido en ese tipo de Asociaciones Religiosas. Y es por ello que muchas de ellas han migrado a otras alternativas de fe donde les han permitido asumir cargos de relevancia, como en la Iglesia Metodista, donde ya ha habido varias obispas que realizan un papel más decoroso que sus antecesores, sobre todo con menos señalamiento de corrupción y conductas anticristianas.

Las lideresas religiosas, desde cualquier posición de mando, tienden a entregar mejores resultados en su labor que los hombres. O al menos los señalamientos de acoso y abuso sexual, malversación de fondos, abuso de confianza, robos, despojos y otros delitos que son más comunes entre pastores, se dan con muchísima menos frecuencia entre ellas. Aunque hay sus excepciones, como el caso de la pastora Rosi Orozco, ex diputada panista, sobre quién pesan acusaciones de delitos graves.

Hay más pastoras con estudios profesionales que pastores, por lo tanto su trabajo es más profesional. La mayoría han sabido llevar una vida familiar decorosa, contrario a muchos de sus colegas que incluso están en la lista de deudores alimentarios.

*PALABRA DE HONOR*: varias organizaciones integradas por evangélicos buscarán registro como Agrupaciones Políticas en el 2025, cuando el INE inicie el registro para confirmar partidos. No lo lograrán