Se achica la cobija para los latinos en Estados Unidos

3 de Marzo de 2025

Alejandro Ángeles
Alejandro Ángeles
Experto en el mercado latino de EU y ha sido fundador de diversos medios para México y Latinoamérica.

Se achica la cobija para los latinos en Estados Unidos

Alejandro Ángeles

Mucho se ha comentado sobre cómo los latinos son una de las comunidades con mayor aportación a la economía de Estados Unidos. En términos poblacionales, 62 millones de personas de este grupo, casi el 20% de la población de Estados Unidos, contribuye con 3.7 billones de dólares a la economía de ese país; es decir, el 14% del producto interno bruto.

Una contribución que crece. Según la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), entre 2020 y 2023 el PIB latino creció 4.6%, contra el 1.7% de la población estadounidense en general.

A pesar de su peso económico los latinos son uno de los grupos más dependientes de algunos programas sociales, como Medicare y Medicaid. El primero es un programa federal que da soporte a personas mayores de 65 años y a quienes son discapacitadas. Y Medicaid es un programa con fondos federales y estatales que ofrece cobertura médica a personas con ingresos y recursos limitados.

Estos programas ofrecen densidades diferentes de penetración entre las familias latinas.

Según la Kaiser Family Foundation, en 2023, casi 30% de los latinos tenían alguna cobertura de Medicaid, contra, por ejemplo, 17% de la población blanca. En cuanto a Medicare, reporta que 10% de sus beneficiarios son de origen latino. Este porcentaje, sin embargo, crece más debido al envejecimiento de esta comunidad.

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Estos dos programas recibieron apoyos relevantes durante el gobierno de Barack Obama, sobrevivieron a la primera administración de Trump y continuaron creciendo con Joe Biden. Ambos representan una línea vital para millones de personas, que ahorran hasta 85% en sus gastos en salud al estar inscritos en ellos.

El caso es que estos soportes están en riesgo ya que Trump busca recortes a sus presupuestos. Esta medida, presentada como una forma de reducir el gasto público, tendría un impacto desproporcionado en las comunidades más vulnerables, como la población latina.

Sin acceso a Medicaid, muchas familias se verían obligadas a pagar de su bolsillo por medicamentos, tratamientos médicos y procedimientos quirúrgicos por ahora están cubiertos. Para una comunidad donde el ingreso medio anual es mucho menor que el de otros grupos raciales, esto representa una carga insostenible. Según el Censo de Estados Unidos, el ingreso medio de los hogares hispanos es de 55 mil dólares, en comparación con los 75 mil de los hogares blancos. Gastar más en salud significaría recortar otros gastos esenciales, como alimentos, vivienda o educación, perpetuando el ciclo de pobreza.

Por otro lado, a pesar de que hay millones de hispanos en los programas de salud y seguros mencionados, hay millones más que no los utilizan… ya sea porque no saben cómo inscribirse o porque prefieren estar “fuera del sistema” para no exponerse a ser deportados o discriminados.

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En sí, los latinos ganan menos, pero gastan más en salud pues, como grupo demográfico, canalizan hasta 22% de su ingreso anual a medicamentos, consultas médicas y procedimientos quirúrgicos. Los blancos, que ganan más en promedio, gastan menos de 20% en atención médica.

Además, los latinos enfrentan barreras adicionales, como carecer de empleos que ofrezcan seguros médicos privados. La Kaiser Family Foundation refiere que 18% de los latinos no tenía ayuda para seguro médico por parte de sus empleadores, en comparación con el 6% de los blancos. Esto obliga a muchas familias latinas sin protección a pagar servicios médicos de su bolsillo

El panorama luce más desolador si proceden los recortes de Trump ya que podría haber un aumento y agravamiento de enfermedades crónicas como diabetes y otras, que ya afectan de manera desproporcionada a los latinos. Esto no solo empeoraría la calidad de vida de las personas, sino que aumentaría los costos a largo plazo para el sistema de salud, ya que las condiciones no tratadas suelen requerir intervenciones más caras y urgentes en el futuro.

Está de más pensar que en lugar de recortar programas esenciales, la administración Trump debería buscar soluciones que fortalezcan el sistema de salud y lo hagan más accesible para todos y no sólo se beneficie a los potentados en la industria. Los latinos, como una de las comunidades más dinámicas y en crecimiento de Estados Unidos, merecen políticas que inviertan en su bienestar y futuro, no medidas que los empujen aún más al margen. Recortar Medicare y Medicaid llevaría a los latinos, una vez más, a pagar los platos rotos… al precio más alto.

¿Agua en todas partes?

La semana pasada discutíamos en este espacio sobre los retos de México para convertirse en un hub de centros de datos, una industria creciente por el consumo de productos y soluciones basados en tecnologías de la información.

Y ahora, que a nivel nacional se acerca el periodo de estiaje, vale la pena tocar el tema del consumo doméstico del vital líquido al cual millones de mexicanos no tienen acceso.

A pesar de que cada año se repite el mismo ciclo de sequía pavorosa y lluvias torrenciales, no hemos aprendido a desarrollar una gestión inteligente del agua. Sin importar el perfil del gobierno, la infraestructura, en plena cuarta parte del siglo XXI, sigue siendo insuficiente, obsoleta y deficiente para abastecer a la población.

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Una manera en que millones de hogares han enfrentado la crisis hídrica es con tinacos. Según el censo de 2020, casi 15 de cada 100 hogares tiene un tinaco, y un porcentaje mucho más bajo utiliza cisternas y métodos de captación de agua. Aquí, uno de los líderes es Rotoplas, empresa que, de acuerdo a una investigación publicada por la Harvard Business School, tiene el 55% del mercado doméstico de tinacos.

La empresa recién obtuvo la Declaración Ambiental de Producto (DAP) para sus tinacos de 1,100 litros, un hito que no sólo puede beneficiar a los hogares tradicionales, sino a construcciones que buscan certificaciones de sustentabilidad y de edificaciones inteligentes.