Prioridades del presupuesto educativo 2025

7 de Febrero de 2025

<i>Mariana García Villaseñor</i>
Mariana García Villaseñor

Prioridades del presupuesto educativo 2025

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El presupuesto en educación, ciencia y cultura aprobado para 2025 alcanzó 1 billón 161 mil millones de pesos, un incremento real del 1.6% respecto a lo propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), y 0.4% más que lo asignado en 2024. Este monto evidencia desafíos persistentes en la distribución equitativa y eficiente del gasto educativo en México.

Si comparamos los recursos propuestos en el PPEF con lo aprobado en el PEF, destaca el aumento para educación superior y posgrado, con ampliaciones de 6.8% y 11.6%, respectivamente, lo que también se traduce en un mayor presupuesto asignado por alumno. No obstante, en 2025, el gasto por estudiante en estos niveles educativos es el más bajo de la última década.

Estos cambios reflejan un esfuerzo por fortalecer niveles educativos estratégicos para el desarrollo del capital humano y la innovación en el país. Sin embargo, en educación media superior, el presupuesto disminuyó en 386 mdp, representando una variación del 0.3% con respecto a lo propuesto en el propio PPEF.

A cultura, se destinaron 3 mil millones de pesos adicionales, dirigidos especialmente para el INBAL e INAH. Del total, el 66.7 % se destina a otros gastos de corriente, como el mantenimiento de espacios culturales y el fortalecimiento de sus actividades, mientras que el otro tercio se dirige a servicios personales.

Por otro lado, en el caso de la SEP, la mayor parte de los incrementos se concentra en servicios personales, con un aumento del 83.2%. Si bien garantizar condiciones laborales dignas es esencial, persiste el reto de articular estos gastos con las inversiones en los programas educativos para mejorar la calidad de la educación.

Este presupuesto también evidencia las limitaciones de las finanzas públicas en México. Las ampliaciones fueron posibles por los recortes en otros sectores, especialmente en organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral y el Poder Judicial. Sin un incremento en los recursos públicos, las decisiones presupuestarias continuarán dependiendo de reasignaciones internas, lo que afecta a otros rubros y limita la posibilidad de implementar políticas públicas de largo plazo.

Asimismo, para cerrar las brechas existentes, es fundamental revisar las estrategias de inversión educativa y diseñar políticas públicas que prioricen a las poblaciones históricamente vulneradas, como estudiantes indígenas, personas con discapacidad y la educación inicial. Adicionalmente, una reforma fiscal permitiría financiar de manera sostenible la educación en todas sus etapas y garantizar que ningún sector quede rezagado.

Queda mucho por hacer para garantizar una educación equitativa y de calidad. Es crucial fortalecer niveles estratégicos como educación superior y posgrado, sin descuidar la educación básica, media superior y programas culturales. Lograr una inversión eficiente y sostenible en educación es una tarea indispensable para asegurar el desarrollo económico y social de México.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria analizó el presupuesto asignado a educación en 2025. Puedes consultar el documento en ciep.mx