Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo.
Giuseppe Mazzini (1805-1872) Político italiano.
Muchos mexicanos, fundamentalmente del sector privado, se preguntan si es posible la convivencia entre el socialismo y el capitalismo; si pueden convivir el populismo de la izquierda con el populismo de la derecha.
De ser posible, es posible, pero debe haber voluntad y compromiso de todos para lograr armonía y que todos queden contentos. Ello, no se puede dar si hay líderes políticos que impulsen el encono social. En ese clima, los únicos que se fortalecen, son los políticos.
Para que ello funcione, se necesita la voluntad política de todos los actores de la vida cotidiana de un país. Debe quedar claro, en México es posible como ocurrió en Brasil, donde Lula Da Silva, su presidente, logró mantener las inversiones y los niveles de empleo. Al terminar su mandato, los avances sociales se mantuvieron y entregó, la primera vez, el poder a la derecha.
A los mexicanos no nos interesa quien mande en el país, desde la alta burocracia. Nos importa que los beneficios permeen a todos, absolutamente todos, en una nación unida.
A diferencia de López Obrador, quien, con una visión corta y obsoleta, división a nuestra nación al hablar de chairos y fifis; de pobres y ricos; de neoliberales y progresistas; de buenos y malos.
El sectarismo que siempre impulsa la izquierda, genera ejércitos de siervos de los políticos y un sector que se niega a aceptar un presidencialismo fuerte y todopoderoso.
La izquierda, y se los digo por conocimiento de causa ya que, en mis épocas estudiantiles, cuando estudié en el CCH Azcapotzalco, quedé impregnado de la ideología socialista de los setentas. No podía separarme.
Por una parte, el discurso de aquella izquierda conceptual que catequizaban los maestros sobrevivientes al movimiento estudiantil de 1968, nos dejaban como herencia sus miedos y sus odios.
Pronto me di cuenta de la manipulación política del gobierno, encabezado por Luis Echeverría, y, sin perder de vista, mis ideales en contra de la desigualdad, era un sistema de control político e ideológico de los jóvenes. Como estudiante, viví la angustia de las agresiones de porros gubernamentales y de izquierdistas, también patrocinados por el gobierno.
Queda claro que hay que acabar con las desigualdades. Esa es la consigna que deben impulsar los políticos.
No se trata de robarle o quitarle al rico para dárselo al pobre, sino crear condiciones de bienestar en una nación para que todos puedan tener acceso a los mejores sistemas de educación, salud y otros símbolos de prosperidad; una buena casa, buen auto, comida suficiente y distracción. Todo a lo que todos los seres humanos tenemos derecho.
Algunos piensan que es una utopía, pero en realidad es algo que ya existe y lo ponen en práctica en China donde, desde el gobierno de Den Xiaoping, se inició el sistema para que un pueblo sea próspero, con un gobierno fuerte. Se enfocaron en facilitar negocios privados, así es un gobierno y, después, distribuir la pobreza. Así sacaron de la miseria a 300 millones de chinos, en el actual gobierno de Xi Jiping.
Por eso, ante la pregunta de si es posible que puedan convivir el socialismo y el capitalismo, el mejor ejemplo es la comunista República Popular China.
AMLO EXPRESIDENTE
Otra parte, es importante destacar que Andrés Manuel López Obrador fue presidente; ya no más presidente. Lo eligieron los mexicanos para un periodo de seis años que concluyó el 1 de octubre pasado. Más allá de los sentimentalismos de quienes le deben su existencia política en el país, él ya no puede, ni debe, influir en las decisiones de gobierno. La presidenta es Claudia Sheinbaum.
En otro orden de ideas, algunos socialistas de la actual administración, aquellos que vivieron la represión de los años sesentas, setentas y ochentas, por los gobiernos de Gustavo Díaz, Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo, le reclaman a López Obrador su olvidó a la represión que ejercieron contra los grupos de izquierda en esas décadas por gobiernos autoritarios.
La llamada Guerra sucia sigue impune y nadie ha pedido perdón por lo cientos de militantes de izquierda, que fueron asesinados por estar en contra del régimen, en aquel entonces.
Claro, todo esto son simples anécdotas al margen de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.
PODEROSOS CABALLEROS
BEZARES, 39 MILLONES DE VOTOS
Antes de dejarte este dato para la reflexión sociológica del principal interés de los mexicanos, te informó que Morena ganó las elecciones con 36 millones de electores, en casi 6 meses de precampaña y campaña. En poco más de dos meses de encierro en el programa “La Casa de los Famosos”, de acuerdo a la página de NMás, de Televisa: “Con más de 39 millones de votos, Mario Bezares, del Team Mar, es el ganador de La Casa de los Famosos México, segunda temporada. Después de 71 días dentro de la casa más famosa de México, ‘Mayito’ se convirtió en el último participante en apagar las luces y se lleva el premio mayor de los 4 millones de pesos”. Aquí esa información: http://nmas.me/64NH50Tyw2Q
ABM
La Asociación de Bancos de México, el organismo que representa los intereses de la banca en el país, designó a Regina García Cuéllar como su nueva directora general, en sustitución de Juan Carlos Jiménez Rojas. García Cuéllar se convertirá así en la primera mujer en dirigir la ABM tras casi 100 años de existencia del organismo. Regina, con más de 25 años de experiencia en los sectores de banca, telecomunicaciones, salud y energía, se une al reducido grupo de mujeres que ocupan cargos en organismos financieros y económicos en el país.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNANZA
FORD-ELÉCTRICOS
Lucien Pinto asumió como CEO de Ford México y Centroamérica, Puerto Rico y El Caribe. Esto cobra relevancia por el interés de la armadora estadunidense tiene en México, en la transformación de sus líneas de manufactura en Cuautitlan, Hermosillo y Chihuahua hacia modelos eléctricos. Pinto, por su experiencia en manufactura y postventa sustituye a Luz Elena del Castillo, quien tomó la decisión de retirarse. El relevo se concretó el martes pasado.
@vsanchezbanos