¿PIB o bienestar colectivo?

9 de Febrero de 2025

Enrique Del Val
Enrique Del Val

¿PIB o bienestar colectivo?

enrique del val

Entre las barbaridades que está planteando y llevando a cabo el felón y corrupto Sr. Trump se encuentran sus acciones a favor de una mayor contaminación en todos los aspectos y su renuncia a participar en esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático.

A pesar de esto, dentro del mismo Estados Unidos y en muchos otros países, tanto organizaciones como activistas, entre otros, académicos renombrados, están haciendo su labor, la cual debe divulgarse para generar conciencia sobre el peligro al que nos enfrentamos si seguimos por este camino.

Una de las mejores noticias en este ámbito es lo que ocurrirá en Suiza el próximo domingo, cuando el pueblo vote una iniciativa popular presentada en 2021. Esa iniciativa logró superar la cifra mínima de 100 mil firmas necesarias para ser sometida a votación, alcanzando casi 106 mil apoyos de ciudadanos suizos.

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Se trata de la Iniciativa por una Responsabilidad Ambiental, cuya idea principal es limitar las actividades económicas a la biocapacidad de los ecosistemas y garantizar el respeto a la renovación de la naturaleza. Lo más importante, más allá del resultado de la votación, es el avance en la concientización de la población sobre los límites ambientales a los que nos estamos acercando como humanidad.

En una tesis para obtener el grado de doctor en Ciencias Económicas en la Universidad francesa Clermont Auvergne, cuyo título traducido al español es La Política Económica del Decrecimiento, el Dr. Timothée Parrique, uno de los activistas más destacados en el tema, en la introducción de su trabajo de más de 800 páginas menciona que “el futuro está siendo cancelado”, y lo dice no solo en sentido figurado, sino también literal.

Parrique escribe con frecuencia al respecto y ha criticado a la Unión Europea afirmando que su estrategia de “crecimiento verde” no funciona. En una entrevista con El País, lanzó una afirmación que ha ido calando poco a poco en los círculos académicos y políticos: “Medir la prosperidad en puntos del Producto Interno Bruto (PIB) es tan absurdo como medir la felicidad en kilómetros”.

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Cada día más investigadores escriben sobre la necesidad del decrecimiento, no solo para combatir el cambio climático, sino también como una cuestión de supervivencia para la especie humana.

Es tal la obsesión por el crecimiento económico que muchos lo consideran una medida de riqueza, sin cuestionar para quién. Como vemos en todo el mundo, los mayores beneficiados del aumento del PIB son los plutócratas, cuyos excesos son bien conocidos, mientras que millones de personas no se benefician en absoluto de este crecimiento.

Debemos aceptar y desarrollar una economía que permita vivir bien con lo que se tiene, sin necesidad de acumular sin límite. En otras palabras, necesitamos una economía del bienestar generalizado.


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Para lograrlo, existen muchas medidas que pueden implementarse y que afectarían a muy pocos en beneficio de aquellos que apenas tienen lo mínimo y que, al ritmo actual, terminarán sin nada. Porque la economía de mercado no puede crecer indefinidamente con la desigualdad de ingresos y bienes que existe hoy en día, incluso en los países más avanzados.

Algunas de las propuestas que defienden los partidarios del decrecimiento incluyen: cobro progresivo por el consumo de agua, impuesto a las herencias, tasas progresivas al ingreso personal y a las utilidades empresariales e incremento de los salarios mínimos para que cubran el costo de una canasta básica.

Es difícil estar en contra de estas propuestas, pero lo más importante es generar conciencia sobre ellas, tanto en la ciudadanía como en los servidores públicos encargados de gobernar. Es imprescindible que comprendan que debemos poner un alto a la obsesión por el crecimiento económico desmedido y, en su lugar, enfocarnos en la búsqueda del bienestar colectivo.