México: la evolución de las tensiones

13 de Febrero de 2025

Simón Vargas
Simón Vargas

México: la evolución de las tensiones

simon vargas
“Siempre que estés en conflicto con alguien, hay un factor que puede marcar la diferencia entre dañar la relación y fortalecerla. Ese factor es la actitud”.
William James

La tensión entre nuestro país y Estados Unidos, no ha disminuido, incluso la llamada entre ambos presidentes no impidió que el pasado lunes 10 de febrero Donald Trump decidiera la aplicación del 25% de aranceles al acero y al aluminio, los cuales afirmó no son exclusivos para México.

En la Conferencia del Pueblo del martes pasado, el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon afirmó que México adquiere más acero y aluminio de EE UU, que lo que le vende, por lo que incluso tachó de injusto los aranceles que entrarán en vigor a partir del 12 de marzo. El Secretario aseveró que la siguiente semana el Gobierno mexicano buscará establecer contacto con el Gobierno Estadounidense para llegar a un acuerdo y evitar dichos costos adicionales.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, no podemos dejar de lado que esta imposición afectará significativamente a nuestro país, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, señalan que los estados con mayor riesgo son Coahuila, Guanajuato y Nuevo León.

Esta nueva imposición podría provocar entre otras consecuencias: la desaceleración del nearshoring, una disminución de la inversión extranjera y la caída de las exportaciones sobre todo en el sector automotriz y en el manufacturero, sólo por mencionar las más importantes.

A lo anterior hay que sumar que la “vigilancia” por parte de las fuerzas Armadas de Estados Unidos hacia los Cárteles en nuestro país se ha convertido en un tema predominante, incluso de acuerdo con datos de la CNN, se han detectado en cerca de 10 días al menos 18 misiones con sofisticados aviones espía los cuales han volado sobre el suroeste de Estados Unidos y en el espacio aéreo internacional alrededor de la península de Baja California.

Estados Unidos cuenta con recursos significativos en cuanto a los Servicios de Inteligencia, por lo que ante el despliegue de estas aeronaves valdría la pena preguntarnos ¿Dichos recorridos no tendrán como fin, más allá del reconocimiento de objetivos y terrenos, mostrar sus capacidades operativas?, pero, sobre todo, ¿no es una clara táctica que busca que tanto los criminales como la población en general entiendan que el Presidente Trump habla en serio?

Desafortunadamente, la tensión con Estados Unidos no es la única dificultad a la que se enfrenta México, a ésta hay que sumar la situación con Canadá, y es que el Primer Ministro Justin Trudeau después de su llamada con Donald Trump el pasado 3 de febrero mencionó en su cuenta de X: “[…] Vamos a nombrar un zar del fentanilo, agregar a los cárteles mexicanos a la lista de terroristas, asegurarnos de vigilar la frontera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y lanzar, con Estados Unidos, una fuerza de ataque conjunta contra el crimen organizado y el tráfico de fentanilo y lavado de dinero […]”.

Situación que por supuesto suma al ríspido contexto, pero además esta semana uno de los países que se consideraba cercano, también se ha convertido en centro de las noticias: Colombia. Y es que el Presidente Gustavo Petro Urrego, el pasado domingo 9, durante la inauguración del Complejo Científico para la Investigación de las Ciencias de la Salud de la Universidad Industrial de Santander, afirmó que: “Los dueños de esas estructuras no son comandantes colombianos, son los que compran la cocaína de origen mexicano; el Cártel de Sinaloa es el jefe actual del Ejército de Liberación Nacional”.

Un ambiente de polarización jamás será la respuesta, hoy ante un mundo mucho más complejo, con incrementos en los índices de violencia y crimen es necesario trabajar en la reestructuración del tejido social, pero sobre todo colaborar entre los diferentes órdenes gubernamentales y por supuesto entre países, incluyendo a la sociedad civil, porque sólo a través de esta cooperación los resultados serán más factibles y eficaces.