Matatena diplomática México - Estados Unidos

2 de Abril de 2025

Omar Hurtado
Omar Hurtado

Matatena diplomática México - Estados Unidos

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El viernes anterior la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Kristi Noem, concluyó una visita a México, en la que se reunió con la presidente Claudia Sheinbaum, tras una gira que también incluyó Colombia y El Salvador.

A pesar de un contexto geopolítico multivariado, hoy el presidente Donald Trump, como sabemos, ha delineado fundamentalmente tres eslabones para la agenda bilateral: el económico y arancelario; el migratorio; y seguridad, éste último implica narcotráfico, cárteles mexicanos y fentanilo.

La presión estadounidense hacia México, y otros países, está matizada por arrogantes actitudes, inescrupulosas, irrespetuosas y sumisión, tal cual es el carácter y la mentalidad del mandatario, interpuestos a la política del Make America Great Again, donde la diplomacia y la negociación quedan relegadas. Hoy por tierra, mar y aire la inteligencia de ese país observa meticulosamente la franja fronteriza bilateral y diversas zonas del territorio mexicano sin ningún remordimiento soberano, haiga sido como haiga sido, sin permiso o con permiso de México.

Una vez terminada la reunión binacional la secretaria Noem, como era un tanto de esperarse, mediante una publicación en X, con palmaditas en la espalda reconoció los esfuerzos de México en la relación bilateral, pero también dijo que aún hay mucho quehacer en los asuntos del tráfico de drogas y la migración ilegal; acotó que el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera norte y la aceptación de México de vuelos con deportados constituye un paso positivo, cómo no reconocerlo, si en una plática telefónica entre Trump y Sheinbaum, ese presidente le enjaretó a México el compromiso de desplegar 10 mil elementos de seguridad en esa frontera y en la primera etapa trumpista la degradante política de “Quédate en México”.

También como era de esperarse, la presidente mexicana dijo en X que tal reunión había sido provechosa para ambos países, los cuales mantienen una buena relación de respeto a las soberanías. Para otros, Noem vino a apretar tuercas.

A diferencia de los rezongos arancelarios de Canadá, China y Europa, México ha sido el mejor portado, lo que no ha dejado de ser reconocido por el inquilino de la Casa Blanca, acostumbrado a hacer lo que desea y no a negociar. La postura mexicana es un tanto perceptible dado el carácter asimétrico de la relación bilateral, la monstruosa dependencia económica, el carácter impredecible y disruptivo del presidente Trump y una política exterior mexicana hacia Estados Unidos, y hacia el mundo en general, sin vigor. Algunos la podrían llamar de prudencia, Sheinbaum de “cabeza fría”.

La presidente mexicana ha tenido que lidiar con la inexistente política internacional de su antecesor, que no acaba de cuajar y continúa sin brújula, que en no pocas ocasiones son más fotografías y discursos que resultados y una gran fuente de nombramientos políticos de embajadores, unos entre el arribismo y otros por retribución política, que rayan en la total incondicionalidad a la 4T en lugar de la política exterior.

México está acotado en el terreno internacional con un minúsculo número de alianzas leales para moverse en el mundo, como Cuba, Colombia, Nicaragua y Venezuela, situación que es necesario enriquecer y responder a grandes retos con países como China ante la creciente confrontación con Estados Unidos, que eviten distanciamiento con ese país asiático o pongan en riesgo la relación con el vecino del norte, de cuyos golpes México no es inmune. Necesitamos contar con una política exterior planificada acorde al real entorno internacional y fuera del discurso patriotero no nuevo y desgastado.

Para algunos analistas es clara la presión estadounidense no sólo arancelaria, sino también política, en la repentina detención de criminales de alto rango, desmantelamiento de laboratorios y decomiso de drogas, que mucho respondería a inteligencia de gran calado estadounidense. Mañana 2 de marzo sabremos que tan obsequiosa será la postura del presidente Trump.

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