¡Lo que el viento se llevó!

30 de Septiembre de 2024

Enrique Lazcano
Enrique Lazcano
Periodista con más de 35 años de carrera. Conocido por conducir espacios informativos en Radio y Televisión. Es presidente fundador de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión A.C. Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón 2022.

¡Lo que el viento se llevó!

Enrique Lazcano

En la década de los 40 en Estados Unidos, causó furor un libro escrito por Margaret Mitchell. Una novela cuya trama sucedía en la guerra civil de la Unión Americana. Al poco tiempo, ese relato, fue llevado al cine con un extraordinario éxito. Sirva el título de esa trama, para referirme en una pretendida analogía, a lo que ha sucedido en la sociedad mexicana en las últimas décadas.

En el ejercicio del recuerdo con el que inicié este escrito, rescato un par de episodios que sucedieron en aquel México cada día más lejano: A finales de 1942, un joven de 26 años, recién egresado de sus estudios como químico, era señalado por la policía capitalina como el autor material del asesinato de cuatro mujeres, cuyos cuerpos habría enterrado en el jardín trasero de su casa, ubicada en un viejo barrio de la capital. El carnicero de Tacuba, lo llamo el periodismo de aquellos años.

›En los inicios de los 60, la misma prensa daba a conocer la detención de las hermanas González Valenzuela, mejor conocidas como Las Poquianchis. Estas mujeres se habían dedicado, al amparo de la justicia, a la trata de otras mujeres. También eran responsables del asesinato de jóvenes que se resistían a los abusos y ultrajes de estas hermanas.

A mediados de 1945, la radio y prensa mexicana llenaban sus espacios con información sobre el robo del niño Fernando Bohigas. Este pequeño había sido secuestrado a las puertas de su casa en la calle de Liverpool, en la colonia Juárez. Aquel México se estremeció con la historia del pequeño Fernando.

Al final, la trama tuvo un final feliz. La policía dio no con una banda de roba chicos, ni con un delincuente dedicado al secuestro. La responsable era una mujer, cuya maternidad le estaba negada por un desorden de salud. El caso del niño Bohigas, despertó tanto interés que el cineasta Ismael Rodríguez, decidió llevar la historia a la pantalla con el título de Ya tengo a mi hijo.

La idea de retrotraer a este tiempo aquellas tres historias no es otra que reflexionar sobre algunas cosas. Los datos que hemos recuperado en este articulo nos muestran un México en el que una sociedad completa podía indignarse, sorprenderse, y aún espantarse ante los actos cometidos por estos sujetos. En el México de hoy, más de medio siglo después, el negocio de trata de personas, el secuestro y el asesinato rebasan cualquier cantidad imaginable en aquellos días.

Entonces, cabe preguntarse, ¿qué fue lo que el viento se llevó? Yo espero que muchas cosas. Cosas que se pierden al paso de los años, pero confío que entre ellas no esté nuestra capacidad de asombro, de empatía, y sobre todo, nuestra capacidad de indignación.