“El ave canta, aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas”.
Desde que Donald Trump irrumpió en la escena política estadounidense como candidato presidencial en 2015, su relación con México ha sido un tema central, tanto en su discurso político como en la percepción pública de su figura. A lo largo de su mandato (2017-2021), y aún después de haber dejado la Casa Blanca, la relación con nuestro país ha estado marcada por comentarios provocadores, políticas controversiales y una retórica confrontativa.
›Sin embargo, más allá de las controversias mediáticas que Trump ha sabido manejar con éxito, el presidente tiene una alta capacidad para negociar y llegar a acuerdos, una habilidad que lo ha caracterizado toda su vida. Será en ese diálogo de alto nivel donde la presidenta Claudia Sheinbaum encontrará la oportunidad para llegar a acuerdos que beneficien a nuestro país a pesar de la retórica incendiaria.
Bajo su primer mandato, las relaciones comerciales entre ambos países nunca fueron totalmente deterioradas. Durante su administración, Trump renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), alcanzando lo que se conoció como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque Trump se mostró muy crítico del TLCAN y acusó a México de “robar” empleos estadounidenses, finalmente logró un acuerdo que beneficiaba a todos los países involucrados, lo que demuestra que, a pesar de las tensiones, la cooperación económica sigue siendo una prioridad estratégica para ambas naciones.
México es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, y Trump, aunque vocalmente crítico en algunas ocasiones, comprendió la importancia de mantener una relación estable en términos económicos. A nivel práctico, México es esencial para la cadena de suministro de Estados Unidos, especialmente en sectores como el automotriz, la agricultura y la manufactura.
El legado de Trump mostró la capacidad de ambos países para negociar y encontrar soluciones pragmáticas, incluso cuando las tensiones eran altas.
México sabe bien la alta capacidad que tiene nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum como jefa de Estado, y aunque la rama de la relación bilateral cruja sabemos lo que son las alas de nuestra Presidenta.