Periodista con más de 20 años de experiencia. Ha lanzado los sitios Bloomberg Línea y HuffPost México. Encabezó equipos en Forbes México, Yahoo México y Latin Times; y ha trabajado para The New York Times en CDMX.
Si nos atenemos a los expertos, México figura como uno de los destinos actuales preferidos por los inversionistas para montar bases de datos. Operadores globales como Equinix, Digital Realty, ODATA o los gigantes tecnológicos Google, Microsoft y Amazon Web Services, han anunciado o montado ya grandes centros de datos, sobre todo en el centro del país, con un énfasis especial en Querétaro.
Destaca también la labor de KIO Networks, una firma que nació como mexicana, de la mano de una de las herederas del emporio de Grupo Modelo, María Asunción Aramburuzabala, que tiene varios centros de datos. En estos días en que está a pleno la demanda de servicios de esta industria por consumidores de datos masivos (streaming, inteligencia artificial, minado de criptomonedas, Internet de las Cosas, etc.) también se han detonado las oportunidades de que México se convierta en un hub para los centros de datos.
Ya lo dice, por ejemplo, BlackBox Startup Law, una firma de asesoría legal para startups en México, que en un análisis asevera que México tiene el potencial de convertirse “en un actor clave en el mercado regional” en esta industria.
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De acuerdo con Víctor Aguirre-López, socio fundador de BlackBox, entre constructores, operadores y proveedores de servicios, se habla de una inversión proyectada de siete mil millones de dólares entre 2023 y 2027. El principal detonante de estas inversiones es la adopción de servicios en la nube, streaming y criptomonedas. Gran parte de estas operaciones se dedicará al mercado mexicano, que tiene una gran dinámica de consumo en todos estos nichos, pero también se apunta a aprovechar la posición del país para posicionarse como un hub regional y global.
LOS RETOS. Sin embargo, como con todo lo que tiene que ver con lo masivo, hay retos a superar para que esta industria sea relevante. A pesar de contar con ventajas geográficas y un mercado en crecimiento, rubros como una pobre infraestructura y suministro eléctrico deficiente son escollos que superar.
Simplemente, basta con tomar en cuenta que los centros de datos requieren un suministro constante y confiable de electricidad para operar las 24 horas del día, los 365 días del año. En México, la red eléctrica enfrenta problemas de confiabilidad y eficiencia. Cada año nos damos cuenta de ello con apagones o cortes de energía (algunos por tormentas, huracanes o sismos). Además, la falta de inversión en energías renovables por las políticas de la 4T limita la capacidad de los centros de datos para operar de manera sostenible y competitiva.
Otro reto es el de los costos operativos. Si bien la mano de obra en México está muy bien calificada y los sueldos son más bajos que los de otros países, hay rubros que encarecen la operación: energía, refrigeración, seguridad… y en general una pobre economía de escala. Hay talento, como lo demuestran otras industrias que demandan ingenieros o técnicos, pero esta cobija no alcanza para cubrir lo necesario.
De hecho, refiere un reporte de Gartner Inc., la operación y mantenimiento de centros de datos requieren profesionales altamente capacitados en áreas como ingeniería eléctrica, telecomunicaciones, ciberseguridad y administración de sistemas. México enfrenta una brecha de talento en estas áreas, lo que limita su capacidad para desarrollar y operar centros de datos de clase mundial.
A la fecha, la industria en México emplea a unas 12 mil personas especializadas (como operadores, programadores, técnicos, etc.) y, de concretarse las inversiones anunciadas, se podría llegar a 20 mil. Para cubrir estos puestos el país necesitará invertir en educación y capacitación, una prioridad visible, pero soslayada.
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Otro aspecto relevante es la seguridad física de las instalaciones y, virtualmente, de los datos personales y empresariales. Aunque el país cuenta con una Ley Federal de Protección de Datos Personales, la implementación y cumplimiento de estas normas aún es un reto.
A pesar de los desafíos, México tiene oportunidades para fortalecer su posición en la industria de centros de datos. Hay que invertir en energías renovables, desarrollar talento; detonar sinergia entre universidades y empresas para formar profesionales especializados; atraer inversiones y ofrecer incentivos fiscales y regulatorios y, más que nada, fomentar la innovación.
Como dice Aguirre-López, de BlackBox: “La oportunidad está sobre la mesa, pero no será eterna. Otros países, como Brasil, están avanzando rápidamente en este sector. México debe actuar ahora para liderar la transformación”.
AGUAS REVUELTAS.El agua, o más bien la falta del vital líquido ya está creando problemas en la meca de los centros de datos de México. La instalación y operación de centros de datos en Querétaro ha generado preocupación por su impacto en los recursos hídricos, ya limitados. Aunque las empresas del sector han implementado medidas para reducir su consumo de agua, el crecimiento acelerado de la industria podría exacerbar el problema de la sequía.
En específico, un reporte de Context, de la Thomson Reuters Foundation, señala los riesgos que enfrenta el municipio queretano de Colón, sede del centro de datos de Microsoft. Con datos de Conagua, se ha establecido que las dos presas que abastecen de agua a esta región de casi 70 mil habitantes enfrentan niveles muy bajos, y es de ahí precisamente que las necesidades del centro de datos se satisfacerán.
Y, hablando de agua, es grave lo que sucede en Quintana Roo, donde la empresa Aguakan reporta hostigamiento por parte del gobierno estatal por hechos ocurridos hace más de una década en torno a la concesión para otorgar servicios de agua potable, alcantarillado, saneamiento y tratamiento de aguas residuales en gran parte de las zonas turísticas.