Uno de los grandes desafíos que enfrenta cualquier sociedad democrática es garantizar que sus derechos humanos puedan ser ejercidos por todas las personas, sin excepción.
En el caso de los derechos de acceso a la información pública y protección de datos personales, esta premisa cobra una especial relevancia cuando hablamos de grupos históricamente marginados, como las personas con discapacidad visual.
¿Cómo garantizar el acceso a información pública si los formatos en los que se publica no son accesibles? ¿Cómo proteger los datos personales si los avisos de privacidad y mecanismos de consentimiento no son comprensibles para todas y todos?
De acuerdo con datos del “Informe Diagnóstico de Accesibilidad 2024”, elaborado por el equipo de Estado Abierto del INFO CDMX, el índice promedio de accesibilidad entre los entes públicos de la Ciudad es de apenas 30%. Y de los 103 sujetos obligados que participaron en el Informe, solo el 6% reportaron haber implementado acciones específicas relacionadas con el sistema Braille.
En este contexto, desde el INFO Ciudad de México hemos asumido que la accesibilidad y la inclusión deben ser vistas como una prioridad institucional. Por ello, en días pasados entregamos al Congreso de la Ciudad de México una serie de herramientas diseñadas para avanzar hacia este propósito.
Por un lado, y en cumplimiento a un exhorto al Instituto realizado por el Legislativo local, la Constitución Política de la Ciudad de México impresa en sistema Braille que permitirá a personas con discapacidad visual consultar de forma directa y autónoma este documento fundamental.
Y, por otro lado, la “Fuente Braille Espejo”, una plataforma digital desarrollada por Víctor Tubilla Rodríguez, que permite convertir textos digitales en documentos escritos en sistema Braille de manera rápida, precisa y accesible. Desde el INFO CDMX firmamos un convenio de colaboración que permite al Instituto distribuir esta fuente digital entre los sujetos obligados de la capital, ampliando así su impacto.
Esto es solo el comienzo: el Congreso de la Ciudad de México es el primer ente público en recibir por parte del Instituto esta Fuente, pero pronto más sujetos obligados de la capital podrán contar con esta plataforma, optimizando el uso de recursos tecnológicos, reduciendo la brecha de comunicación y facilitando el acceso a la lectura para personas con discapacidad visual.
No se trata solo de una herramienta técnica, sino de una innovación con profundo sentido social, que nos permitirá avanzar como instituciones públicas hacia un ecosistema informativo incluyente, accesible y justo, colocando a la tecnología y la innovación al servicio de la inclusión y la equidad.
Porque los derechos humanos solo existen plenamente cuando pueden ejercerse. Porque el derecho a saber y el derecho a decidir sobre nuestros datos no deben estar condicionados a nuestras capacidades físicas. Con ello, hagamos lo que nos corresponde.