La eficiencia gubernamental según Musk

5 de Enero de 2025

Luis M Cruz
Luis M Cruz

La eficiencia gubernamental según Musk

luis m cruz

1.

Entre las muchas ocurrencias fatídicas con las que Donald Trump habrá de iniciar su segundo mandato en la Casa Blanca, figura la reconfiguración del gobierno administrativo estadunidense, es decir la administración pública federal, que siempre ha considerado como el sitio de un Estado profundo que engulle recursos y se opone a cambios en el statu quo. Para ello, habrá de recurrir a un perfil idóneo, el magnate Elon Musk, quizá el hombre más rico del mundo –verdaderamente rico, no como Trump, que sólo posee unos cuantos miles de millones de dólares— pero igualmente refractario a regulaciones gubernamentales, trámites infinitos o burocracias que le hagan perder tiempo.

2.

Para ello, dado que Musk no habrá de dejar sus pingües negocios para trabajar en el gobierno, idearon una estructura por fuera, muy parecida a una consultora, que habrá de operar mediante una nueva agencia llamada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés, recordando un perruno refrán del vigilante de las cuestiones públicas, “cada causa tiene su perro guardián” dicen los teóricos). Tendrá un par, que sí podrá actuar dentro de la estructura administrativa, que es el también empresario Vivek Ramaswamy, para desmantelar un aparato administrativo que ocupa a casi 25 millones de personas (sin incluir las Fuerzas Armadas) y cuesta un tercio del presupuesto federal, algo así como 2.9 billones de dólares, que es lo que se propone ahorrarle, dice Musk, a los contribuyentes estadounidenses.


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3.

A Elon Musk le precede no sólo el éxito empresarial con el que ha forjado una inmensa fortuna y creado empresas de punta como Tesla, Space X, Starlink, Neuralink, en sus inicios OpenAI y ahora otra más de inteligencia artificial que ha llamado XAI, sino también la compra de la mayor red social del mundo, Twitter, por unos 42 mil millones de dólares, tras lo cual la rebautizó a su estilo simplemente como X y la reestructuró eliminando todo tipo de sensibilidad o limitación hacia el entorno social en el que actúa, despidiendo al 80% de sus empleados y cobrando por los servicios de gama alta, con lo cual influye poderosamente en 550 millones de usuarios activos en el mundo, siendo referencia, guste o no, para todo lo demás. Es decir, su concepto de eficiencia y reestructuración pasa necesariamente por evaluar y despedir a una gran cantidad de personal, utilizando software y tecnología para reemplazar las tareas repetitivas e inteligencia, natural o artificial, para manejar y desarrollar productos y operaciones.

4.

En el pasado, la iniciativa para reinventar el gobierno impulsada por el gobierno de Bill Clinton tuvo éxito al traer la gerencia privada a la administración gubernamental. Con ello, los procedimientos gerenciales propios de la iniciativa privada contribuyeron a reducir el tamaño del gobierno, introduciendo conceptos como medición del desempeño, de la eficiencia y la eficacia, la búsqueda de resultados y el hacer más con menos, es decir, que todo fuera mejor y costara menos a los contribuyentes. Para ello, la Nueva Gestión Pública buscó la cooperación de los propios empleados, a efecto de vencer inercias y resistencias e introducir nuevos procedimientos, tecnologías y software.


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5.

Pero el enfoque de Trump y Musk no parece buscar la cooperación de los empleados federales sino deshacerse de ellos. En campaña, propusieron la reducción masiva de regulaciones gubernamentales así como un sistema de evaluación por utilidad y logros para despedir a empleados derrochadores que desperdicien recursos y no promuevan ahorros o reducción de gastos. Ellos están seguros de que el gobierno cuesta mucho y se pueden recortar plantillas y programas onerosos, con la mira puesta en los seguros médicos, Medicare y Medicaid, así como los programas de subsidios a viviendas o alimentación. Recortar, desregular y desburocratizar, esa es la propuesta. La suerte de Twitter le espera a la burocracia estadounidense, que pronto podría llamarse X Government.