La transición energética es, sin duda, una política necesaria para enfrentar los desafíos del cambio climático. Sin embargo, trae consigo efectos en las economías que dependen de los combustibles fósiles, como México.
Históricamente, los ingresos petroleros han sido un pilar para las finanzas públicas del país. No obstante, en los últimos años, su participación ha ido disminuyendo, ya que de representar el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2008, disminuyeron al 2.2% en 2015, hasta llegar al 1.1% del PIB en 2023.
La caída en la producción de hidrocarburos, la baja en los precios internacionales del petróleo y la reducción de la tasa del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) que se cobra a PEMEX, han reducido los ingresos petroleros del gobierno federal y, en consecuencia, los de las entidades federativas, pues estos ingresos forman parte de la Recaudación Federal Participable (RFP).
Esta situación ha afectado de manera más directa a aquellas entidades federativas cuyas finanzas públicas dependen, en parte, de los ingresos petroleros. Campeche, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz presentan disminución en los ingresos del Fondo de Extracción de Hidrocarburos de 48.6%, 51.8%, 69.4% y 56.8%, respectivamente.
Sin embargo, de manera agregada, contemplado los fondos asociados a la RFP, Campeche y Tabasco presentaron una disminución de 12.5% y 3.9%, respectivamente. Mientras que Tamaulipas y Veracruz un aumento de 11.3% y 19.6%, respectivamente. El aumento se debe a que estas entidades lograron compensar la caída en los ingresos provenientes de los ingresos por hidrocarburos mediante incrementos principalmente en el Fondo de Fomento Municipal, que están en función de la recaudación local del impuesto predial.
El camino hacia una transición energética justa implica reconocer la vulnerabilidad fiscal de estas regiones y diseñar mecanismos de compensación que les permita adaptar sus finanzas locales de forma gradual. La necesidad de fortalecer la recaudación local es una oportunidad que debe ser aprovechada para reducir la dependencia de los recursos petroleros.
En este sentido, elevar la eficiencia recaudatoria e implementar impuestos verdes en aquellas entidades donde aún no se hace, podría jugar un papel clave para mitigar el impacto de la pérdida de ingresos provenientes de la actividad petrolera. Esto requerirá un esfuerzo conjunto entre la federación y los estados, con políticas públicas que integren una visión de largo plazo.
Para mayor información sobre este tema, te invitamos a leer documento: Retos fisales de la transición energétca.Cambio de los ingresos petroleros en las entidades productoras en www.ciep.mx.
