Sammy El Toro Gravano nació en Brooklyn, Nueva York, el 12 de marzo de 1945. Hijo de inmigrantes sicilianos, desde adolescente comenzó a delinquir. Fue apodado El Toro después de que un mafioso presenciara cómo le daba una golpiza a un grupo de chicos que intentaron robarle la bicicleta. El barrio donde vivía estaba controlado por la Familia Colombo, con quienes inició su carrera en el mundo de la mafia. Tiempo después, las rivalidades internas llevaron a Gravano a salir de los Colombo y unirse en 1976 a la Familia Gambino. Por orden del jefe de la mafia, Paul Castellano, Sammy mató a su cuñado Nicholas Scibetta debido a su drogadicción y a que había insultado a la hija de un capo. Gravano llegó a controlar empresas legales e ilegales para los Gambino, lo que mantenía satisfecho a Castellano.
En 1983, junto a John Gotti, se involucró en el narcotráfico, lo que provocó un complot contra su jefe. El 16 de diciembre de 1985, Paul Castellano fue asesinado por un grupo de pistoleros supervisados por Gotti y Gravano. Poco después, Gotti se autoproclamó jefe de la Familia Gambino y ascendió a Sammy a capo. Para diciembre de 1990, la policía arrestó a Gravano, Gotti y otros miembros de la familia Gambino. En un intento por obtener una sentencia más favorable, Sammy colaboró con las autoridades y confesó su participación en 19 asesinatos, implicando a Gotti en varios de ellos, lo que resultó en una condena de cadena perpetua para este último.
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Gracias a su testimonio, la condena de Gravano se redujo a cinco años, y fue incluido en el programa de protección de testigos. Sin embargo, en el año 2000, fue detenido nuevamente y condenado a 20 años de prisión por narcotráfico. En esta última etapa de la vida de Sammy Gravano se centra el documental original de Max, Imperios del Éxtasis. Dirigido por Julian P. Hobbs y Elli Hakami, el documental relata una historia que nos sumerge en el mundo del tráfico de éxtasis en los años 90, con el desierto de Arizona como telón de fondo y encuentros clandestinos como principal escenario.
El relato se construye con el testimonio de Sammy Gravano y sus hijos, quienes se involucraron en un enfrentamiento poco común contra Shaun Attwood, un corredor de bolsa inglés, por el control del tráfico de éxtasis en Arizona. Esta es la primera vez que la familia Gravano comparte su versión. Más que un documental de true crime, Imperios del Éxtasis es un retrato de la naturaleza humana y del poder de las decisiones marcadas por la ambición y de las consecuencias que estas generan. Nos adentra en la complejidad de un submundo clandestino poco conocido, lejos de los titulares sensacionalistas y distante de la concepción en México sobre el narcotráfico, representado en series y películas.
Mientras avanza el documental, lo que comenzó como una travesura adolescente por parte de Gerard Gravano termina en una operación criminal de alto nivel, con uno de los mafiosos más tristemente célebres de Estados Unidos. Los testimonios de Sammy El Toro Gravano resultan escalofriantes por la frialdad con la que narra los hechos. Imperios del Éxtasis presenta revelaciones sobre un aspecto poco conocido del narcotráfico en Estados Unidos y cuestiona la relación entre el crimen organizado y el mundo financiero, la delgada línea que los separa.
El documental es ideal para los fanáticos del género true crime y para quienes disfrutan de historias criminales. Imperios del Éxtasis está disponible en Max.