A pesar de las acciones reactivas por parte de los gobiernos de México y Canadá para frenar las amenazas comerciales lanzadas por Trump, la realidad indica que no fueron suficientes para satisfacer las peticiones del presidente estadounidense quien declaró la entrada en vigor de las medidas arancelarias del 25% a las importaciones de México y Canadá a partir de ayer, martes 4 de marzo.
De acuerdo a Trump, los aranceles impuestos a sus vecinos tienen la intención de obligarlos a intensificar su lucha contra el tráfico de fentanilo y detener la inmigración ilegal, a la par que ayudarán a eliminar los desequilibrios comerciales de su país y presionar para que más fábricas se reubiquen en Estados Unidos. Sin embargo, tan rápido como aplicó los aranceles, de acuerdo al medio estadounidense CNBC, el Secretario de Comercio de Estados Unidos Howard Lutnick, habría dicho que “El presidente Donald Trump probablemente anunciará un compromiso con México y Canadá el miércoles, lo que significaría un recorte a los aranceles del 25% aplicados a los principales socios comerciales de Estados Unidos”.
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Si bien es posible que a partir de los comentarios emitidos por el Secretario de Comercio estadounidense se vea una retracción de las medidas impuestas por Trump, no deja de ser cierto que a toda acción hay una reacción y esta decisión ya tuvo sus primeras consecuencias, entre ellas, el índice S & P 500 cayó un 2% en las operaciones de la tarde del lunes después de que Trump hizo el anuncio del cumplimiento de sus amenazas, esto en una clara señal de respuesta a los riesgos políticos y económicos que representa el poner cada vez más cerca la posibilidad de una mayor inflación y la posible desaparición de una asociación comercial (el T-MEC) que durante décadas le ha dado forma a la relación económica entre México, Estados Unidos y Canadá.
En respuesta, Trudeau declaró que Canadá responderá con aranceles del 25% sobre 155,000 millones de dólares sobre productos estadounidenses durante un plazo de 21 días, comenzando con aranceles sobre 30,000 millones de bienes a partir de la medianoche del martes, aplicando el resto en el período anunciado, además de que, de acuerdo al medio estadounidense CBS News, Trudeau expresó que desafiará las acciones de Estados Unidos al presentar una resolución de disputa ante la Organización Mundial de Comercio y a través de los canales establecidos por el propio acuerdo comercial existente entre Estados Unidos y Canadá. Por su parte Doug Ford, primer ministro de la provincia de Ontario, amenazó con restringir el servicio de electricidad a algunos de los estados del norte de Estados Unidos, en caso de que Donald Trump aplicara los aranceles para productos canadienses, declarando inclusive que “si persisten (los aranceles) hasta abril, les cortaremos la energía”.
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Por su parte, la Presidenta de México Claudia Sheinbaum, declaró que anunciará las medidas que tomará su gobierno, arancelarias y no arancelarias, el próximo domingo donde tiene previsto tener una conversación con Trump el jueves en medio de una convocatoria para una concentración en el Zócalo de la Ciudad de México para expresar rechazo a las acciones del presidente estadounidense, así como demostrar el respaldo que tiene por parte del pueblo mexicano. Con estas acciones, podría pensarse que todos pierden, sin embargo Trump gana al interior y al exterior, al fortalecer el respaldo de su base al cumplir con sus promesas y darles un sentido de unidad en torno a una idea que Trump representa para ellos, y al exterior porque a pesar de sus acciones que pudieran parecer impulsivas, deja en claro que el mundo responde a sus caprichos, y al resto del mundo no le queda de otra más que aceptarlos, dejando en claro de qué lado está todo el poder ¿Cuáles serán sus próximas imposiciones? Al tiempo lo sabremos.
