Grupo Elektra se ha consolidado como un referente de innovación y liderazgo en el sector financiero y comercial de México. A través de su enorme red de sucursales y su enfoque en tecnología financiera, Elektra de Grupo Salinas y que preside Ricardo Salinas Pliego, no sólo ha acercado productos y servicios de calidad a millones de familias, sino que también ha sido pionera en el empoderamiento financiero de sectores históricamente desatendidos. Su plataforma Banco Azteca que bien encabeza Alejandro Valenzuela, ha sido un motor clave para la inclusión financiera, otorgando acceso a créditos y herramientas de ahorro a comunidades de todo el país. En un mercado caracterizado por retos económicos y regulatorios, Elektra no ha cesado en su compromiso con la modernización y la expansión.
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Su capacidad para adaptarse a las necesidades del consumidor y responder con propuestas innovadoras, como opciones de financiamiento accesible y la implementación de soluciones digitales, demuestra una visión empresarial enfocada en el progreso y el bienestar de sus clientes. Y es verdad cuando se afirma que tiene grandes retos por enfrentar pero siempre ha mostrado resilencia ante las situaciones que se han presentado. De ahí que hoy una vez más se encuentre saliendo adelante de momentos que fortalecerán a esta empresa y sus ejecutivos. Grupo Elektra hoy señala con gran preocupación una decisión reciente que, se afirma estaría violentando su derecho a un debido proceso. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ordenó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) levantar la suspensión de la cotización de sus acciones.
La empresa de Salinas Pliego enfatiza que la instrucción de levantar una suspensión en un procedimiento judicial en curso no sólo afecta sus derechos fundamentales de defensa, sino que también representa un golpe al Estado de Derecho en México. Al no permitir que Elektra ejerza su derecho a acreditar los elementos de su defensa en los plazos otorgados por la ley, CNBV, no solo pone en jaque a una de las emisoras más relevantes del país, sino que genera un precedente negativo en el marco regulatorio. Esta medida, según Elektra, además de causar un daño irreparable a la empresa, también desestabiliza los mercados financieros, afecta la confianza de los inversionistas y crea distorsiones contrarias a las prácticas sanas y éticas del mercado.
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La decisión de la CNBV, tal como ha sido planteada, podría interpretarse como una acción precipitada y desproporcionada, con implicaciones graves para la estabilidad económica y la percepción de México como un país con un sistema financiero confiable.
La incertidumbre generada no sólo afecta a Grupo Elektra, sino que también podría desencadenar una reacción en cadena que perjudique a otros actores del mercado y, en última instancia, a la economía nacional. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) parece estar rezagada en su misión de fomentar un entorno regulatorio que favorezca la innovación y la competitividad. Hoy esta oficina órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), debe ponerse en revisión pues está siendo señalada y amenizada con demandas además, por no cumplir cabalmente con su responsabilidades, incluso por entregar autorizaciones a firmas que terminan siendo un fraude en el sistema financiero nacional. En lugar de servir como facilitador para el desarrollo del sector financiero, la CNBV frecuentemente se presenta como un obstáculo burocrático que entorpece los avances tecnológicos y comerciales de empresas y hoy hasta siendo objeto de complicidad con defraudadores de “cuello blanco”. La falta de claridad y celeridad en la implementación de normativas, así como una evidente desconexión con las realidades del mercado, han convertido a la CNBV en un actor que limita la competitividad del país en el ámbito financiero.