La película María, del director estadunidense Daniel John Caruso, está en los primeros sitios de la plataforma Netflix desde su estreno. La cinta es la vida de la madre de Jesucristo y ha desatado una polémica entre católicos, pues el cineasta escogió a actores judíos para los papeles protagónicos, sin embargo, logró la bendición papal para el estreno del film.
El personaje bíblico de La Virgen María, la madre de El Mesías, es más venerado por el mundo católico que el propio Jesús, sobre todo en países latinos como México, donde tiene diversas representaciones, como La Virgen de Guadalupe, a la que diversos mandatarios, como Felipe Calderón Hinojosa, quiso imponer como símbolo de unidad religiosa y cultural para todos los mexicanos.
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Fueron varias las personas y ministros de culto quienes asesoraron al cineasta D.J. Caruso para la realización de su obra. Uno de ellos el pastor evangélico Adam W. Shcindler, “experto en marketing digital”, según su propia página web, que además es un activista en favor de Donald Trump. Los conocimientos bíblico propagandistas fueron tomados en cuenta para la elaboración de la película que también está dedicada a los cristianos, musulmanes y no creyentes en todo el mundo.
La intención del cineasta es dar una faceta más accesible -sobre todo para los jóvenes- a los padres de Jesús (María y José) para que sus historias sean tan populares como la de otros personajes bíblicos de la época, según aclara Caruso en varias entrevistas concedidas luego del estreno en la plataforma. En tanto que clérigos de Estados Unidos opinaron que la cinta no se apega lo suficiente al canon sagrado porque la protagonista de María (la actriz Noa Cohen) es demasiado joven.
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En México, la película llega justo cuando un buen porcentaje de católicos festejan a la Virgen de Guadalupe. Las iglesias evangélicas, en su mayoría, tienen su versión acerca de la Virgen María y otra opinión distinta sobre la tradición guadalupana. Hay pastores que, en sus congregaciones mayormente conformadas por ex católicos, no han logrado desvanecer ese fervor por la aparición en el Tepeyac de entre sus filas.
PALABRA DE HONOR: Según directivos del grupo Justicia y Paz encabezan a más de 100 mil cristianos evangélicos en México y se van a unir a otra organización llamada México Republicano para formar un partido político fundamentalista con el apoyo de fuerzas estadunidenses ligadas a Donald Trump y a grupos que intentan negar derechos a minorías, desde donde darán la pelea en próximas elecciones. O sea, un nuevo Partido Acción Nacional pero más ultraderechista. Ojalá no lo logren…
