Fondo de Pensiones para el Bienestar: cifras que preocupan, reformas que urgen

13 de Abril de 2025

Alejandra Macías Sánchez

Fondo de Pensiones para el Bienestar: cifras que preocupan, reformas que urgen

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El Fondo de Pensiones para el Bienestar (FPB) fue concebido como una respuesta parcial al problema estructural del sistema de pensiones mexicano. Su objetivo es otorgar un complemento a las pensiones de trabajadores bajo el esquema de cuentas individuales, con el fin de mejorar los montos de sus pensiones. No obstante, tras tres trimestres de operación, los resultados muestran una brecha considerable entre el diseño normativo del fondo, las proyecciones presentadas a inicios de 2024 y su implementación operativa.

Durante 2024, el FPB recibió el 70% de los recursos proyectados, y sólo el 7.8% del gasto programado para complementos de pensión fue efectivamente ejercido. En cambio, el 96% de los egresos se destinaron a devoluciones de recursos a cuentas individuales, lo que evidencia una dinámica operativa centrada más en la liquidación de pasivos históricos que en la redistribución efectiva del ingreso.

A nivel institucional, el fondo fue diseñado como un fideicomiso público no paraestatal, con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como fideicomitente y el Banco de México como fiduciario. Sin embargo, el bajo nivel de ejecución presupuestal en su función redistributiva pone en duda la suficiencia de los criterios operativos y de elegibilidad establecidos en su reglamentación. Más preocupante aún es la ausencia de nuevas aportaciones en el último trimestre del año, lo que podría comprometer la sostenibilidad financiera del fondo y su viabilidad más allá del horizonte proyectado para 2038.

En términos de cobertura, el FPB alcanzaría apenas al 0.1% de la población pensionada. Esta cifra, por sí sola, subraya la insuficiencia del instrumento para atender las necesidades del sistema en su conjunto, especialmente en un contexto donde el gasto en pensiones representa ya el 23.5% del gasto público total.

La evidencia acumulada hasta ahora sugiere que el FPB, aunque bien intencionado, requiere una revisión técnica urgente. Es necesario fortalecer su diseño institucional, garantizar flujos recurrentes de financiamiento y redefinir sus mecanismos de asignación para que cumpla con su función social de manera eficaz y equitativa.

Más allá del FPB, la sostenibilidad del sistema de pensiones en México exige una reforma integral que contemple tanto la contención del gasto en pensiones de transición como la sostenibilidad de las pensiones del bienestar o no contributivas. Sin una visión sistémica y de largo plazo, cualquier esfuerzo aislado corre el riesgo de convertirse en una solución transitoria sin impacto estructural. Puedes consultar una investigación reciente respecto de este tema en www.ciep.mx.

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