Expectativas difíciles

2 de Diciembre de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Expectativas difíciles

enrique del val

La llegada del mentiroso, evasor fiscal y hasta involucrado en asuntos de prostitución –por los que tuvo que pagar una indemnización–, a la Presidencia de los Estados Unidos nos convoca a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y el futuro que estamos dejando a nuestros descendientes, porque, en última instancia, la inmensa mayoría se quedará a vivir en este planeta.

Al día de hoy, podríamos decir que las expectativas que se tienen son funestas. Juan Carlos Monedero lo plantea muy bien, aunque a veces sus opiniones resulten contradictorias. En este caso, en su artículo publicado en la revista digital española Público, titulado “Volver a pensar la revolución”, pone el dedo en la llaga sobre lo que puede esperar el mundo para los próximos años.

No sólo se refiere a la llegada de Trump al poder, sino también a la deriva que han tenido muchos gobiernos, especialmente los socialdemócratas, que no han sabido entender a la población. Esto ha permitido que figuras como Trump, o Milei en Argentina, Meloni en Italia y otros líderes similares en Europa, como en Austria, alcancen posiciones de poder.

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Monedero aborda temas clave como el calentamiento global, la inteligencia artificial, el agotamiento de los recursos naturales, y en materia política, la pérdida de confianza en la democracia, que es fundamental para el funcionamiento de los países. Menciona que hasta ahora las respuestas no son claras pero si estos problemas no se atienden, la deriva autoritaria de los gobernantes será imparable.

Uno de los temas más preocupantes que Monedero menciona de manera tangencial, pero que considero central, es la terrible inoperancia —él la llama decadencia— de los organismos internacionales, comenzando por la ONU. Su Consejo de Seguridad, con los vetos de las grandes potencias, impide acuerdos significativos sobre conflictos, como la invasión de Rusia a Ucrania o el genocidio que Israel está cometiendo en Gaza y otros lugares de Oriente, y podíamos agregar el criminal embargo a Cuba.

Frente a este panorama, las respuestas de los países que aún podemos considerar democráticos han sido débiles, principalmente porque muchos de ellos internamente enfrentan problemas graves, como la inmigración, tanto legal como ilegal, y se les ha hecho creer a las poblaciones que ellas, las personas migrantes, son la causa de la inseguridad o pérdida de ingresos que tienen , lo cual es mentira.


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El tema central es que las personas abandonan sus países porque las condiciones en las que viven son caóticas, por decir lo menos. Están dispuestas a arriesgar la vida con tal de llegar a otro país donde puedan vivir en paz junto a sus familias. Sin embargo, cada día es más difícil que lo logren. Estamos hablando de millones de personas en todo el mundo, y los gobiernos de centro derecha y derecha están creando condiciones aún más adversas para estos seres humanos.

Por ejemplo, la propuesta del exprimer ministro británico, que por ideas como ésta terminó cayendo, de negociar con Ruanda para aceptar a los migrantes que solicitan asilo y que son rechazados por Gran Bretaña, como si fueran ganado trasladado de un lugar a otro, fue una de las medidas más infames que estos gobiernos han concebido.

Ahora, estamos a la espera de que Trump cumpla con sus planes de deportaciones masivas, lo que implicará la humillación de miles de personas. Estas deportaciones dejarán a muchos a la deriva, bajo la responsabilidad de gobiernos que no tienen los recursos para brindarles siquiera manutención.

En el caso de México, la problemática se agudizará. Tendremos que recurrir, como ha sido nuestra orgullosa tradición, ratificada por la Presidenta, a la posibilidad de ayudar a estas personas de la mejor manera que podamos, a pesar de las restricciones presupuestales que se avecinan, debido al derroche del gobierno anterior.