México es considerado a nivel mundial como uno de los países más peligrosos para el periodismo. Desde el año 2000 hasta principios de 2024, se han registrado 163 reporteros asesinados, sin contar a 32 más que permanecen desaparecidos. ¿Por qué? La respuesta, aunque parezca simple, es desgarradora: solamente por ejercer su profesión.
Los estados que más casos reportan son Guerrero, Chihuahua y Tamaulipas, aunque es un problema presente en casi todo el país. Según Reporteros Sin Fronteras, junto a Guatemala, Honduras, Colombia y Venezuela, México es uno de los países en América Latina donde hay “una situación difícil” para ejercer el periodismo; es decir, la pluralidad y la protección a periodistas no son ideales para el ejercicio del oficio.
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No sólo son alarmantes los crímenes cometidos contra periodistas, sino también la impunidad de la que son víctimas, que llega a ser mayor al 99 por ciento. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión presenta datos preocupantes: entre julio de 2010 y agosto de 2016, se denunciaron 798 delitos en contra de periodistas, de los cuales 101 llegaron ante el juez, y solamente hubo dos condenas, es decir, un 0.25 por ciento. En este mismo lapso, 105 periodistas fueron asesinados en el país, lo que pone a México como el tercer país más peligroso para la prensa, sólo detrás de Siria y Afganistán, según los ya mencionados Reporteros Sin Fronteras.
En un lugar donde gobierna el narcotráfico, la libertad de expresión se ve afectada, ya que las amenazas constantes por parte del crimen organizado y la corrupción son pan de cada día.
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Netflix presenta la película documental Estado de silencio, una historia sobre la violencia hacia el periodismo en México, dirigida por Santiago Maza, quien originalmente tenía la idea de producir una serie. Sin embargo, al empezar la producción, poco a poco se fueron quedando solos en el intento por sacar adelante la serie, lo que llevó a que al final se convirtiera en una película.
El documental nos cuenta la historia de cuatro reporteros en tres casos puntuales. El primero es el de Jesús Medina, un reportero independiente de Morelos, quien, tras hacer varios reportajes acerca de los talamontes ilegales de Tetela del volcán y sobre las protestas ante la imposición de una termoeléctrica en el estado, fue perseguido por hombres armados después de ser agredido afuera de su casa, lo que lo obligó a emigrar a la Ciudad de México.
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El segundo caso es el de María de Jesús Peters y su esposo Juan de Dios García Davish, un par de reporteros que, tras exhibir el maltrato recibido por los migrantes en México, son amenazados por un comandante del Cártel de los Zetas. Ante la falta de apoyo del gobierno, se ven obligados a autoexiliarse en Estados Unidos.
Por último, la historia de Marcos Vizcarra, un reportero de Sinaloa que, en octubre de 2019, salió a las calles para cubrir el culiacanazo, lo que le valió amenazas de muerte de hombres armados por hacer su trabajo.
Estado de silencio es un documental que va más allá de cumplir con el testimonio de estos y otros casos de violencia contra periodistas, ya que muestra los rostros de hombres y mujeres que, en el afán de cumplir con su deber, ven mermada su tranquilidad y, con tristeza, se ven obligados a abandonar su hogar. Estado de silencio se encuentra disponible en Netflix.
