El Opus Dei es una institución secular de alcance mundial, especialmente en España y América Latina, perteneciente a la Iglesia católica. Fue fundada el 2 de octubre de 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote español canonizado en 2002 por Juan Pablo II. Desde los años 70 ha recibido duras quejas por parte de antiguos miembros que han abandonado sus filas, ya que aseguran que son tratados como verdaderos proscritos. Una de las acusaciones frecuentes contra el Opus Dei es calificar a esta institución como una secta religiosa o, en su defecto, señalar que, sin serlo, hace uso de diversos métodos sectarios. También han sido acusados de secretismo, ya que el Opus Dei no pone en conocimiento público quién es o deja de ser miembro de la organización; esta información es de carácter privado y deja a libre elección de cada miembro el reconocimiento de este hecho.
Casi 3 % de sus miembros son sacerdotes; los laicos suponen la inmensa mayoría de los miembros del Opus Dei (más del 97 %). Existen varios tipos de miembros laicos en la Prelatura del Opus Dei: supernumerarios, numerarios, agregados y numerarias auxiliares. Los numerarios y numerarias son miembros con compromiso de celibato que, generalmente, viven en un centro del Opus Dei. Las numerarias auxiliares se dedican en exclusiva al trabajo del hogar en los centros del Opus Dei. Al ser esa su tarea profesional, no desempeñan cargos directivos. En los estatutos del Opus Dei se dice acerca de las numerarias auxiliares: deben contar con la misma disponibilidad que las demás numerarias y dedicar su vida principalmente a los trabajos manuales u oficios domésticos, que acogen voluntariamente como trabajo profesional propio en las sedes de los centros de la Obra.
Con las numerarias auxiliares donde la miniserie documental El minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei encuentra su veta, al recoger el testimonio de trece mujeres procedentes de España, América Latina, Irlanda y Reino Unido, todas ellas con la característica de que en algún momento de su vida sirvieron como numerarias auxiliares del Opus Dei en condiciones de semiesclavitud. Las mujeres cuentan sus experiencias personales, en las que se puede apreciar que fueron manipuladas con la religión, además de ser víctimas de abuso laboral y psicológico. A través de sus cuatro capítulos, la miniserie no solo se apoya en los testimonios para construir el relato, sino también en recreaciones que muestran algunas de sus vivencias y que funcionan como parte del proceso de sanación de estas mujeres, quienes fueron explotadas durante años. Dichas recreaciones también sirven como terapia para dejar atrás las amargas experiencias.
También se descubre cómo fueron víctimas de varios delitos, entre los que se cuentan la violación del secreto de la correspondencia y el maltrato, además de ser coartadas en sus libertades más básicas, como el poder comunicarse con sus familias, relacionarse con otras personas o disponer de ingresos para sus gastos personales. Todo esto les trajo dificultades en sus vidas a largo plazo.
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Además de los testimonios de las 13 mujeres, también se cuenta con los de periodistas, psicólogos y expertos en sectas. Se explica a detalle el organigrama interno del Opus Dei y la terminología que usan, todo presentado de tal manera que el espectador comprende sin problema los alcances de la institución secular. La miniserie documental dirigida por la periodista Mònica Terribas sirve para exponer solo una parte de las prácticas llevadas a cabo en total secretismo por parte de este constructo religioso, que funciona más como un motor económico basado en métodos lejanos a la doctrina cristiana. El minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei se puede ver en Max.
