En un momento donde las sociedades de Estados Unidos y México enfrentan retos estructurales y crisis profundas, es simplemente inadmisible que el debate político se desvíe hacia asuntos banales, como el nombre del Golfo de México. El virtual presidente de Estados Unidos de América Donald Trump, en un nuevo intento por acaparar los reflectores, ha propuesto cambiar el nombre del Golfo de México al “Golfo de América”. Como si no hubiera problemas más urgentes en su país. A esto se suma la respuesta de la presidenta de México Claudia Sheinbaum, quien sugirió rebautizar como “América Mexicana” los territorios que alguna vez pertenecieron a la nación. Este intercambio de retórica vacía no solo es un desperdicio de tiempo, sino una bofetada para los millones de ciudadanos que diariamente enfrentan problemas reales y urgentes.
Estados Unidos: un país en llamas
Mientras Trump fiel a su estilo, despliega su habitual espectáculo mediático pues resulta desconcertante que encuentre tiempo para proponer algo tan irrelevante como cambiar el nombre del Golfo de México al “Golfo de América” cuando Estados Unidos se tambalea bajo el peso de sus propias crisis. La violencia armada, que ha alcanzado niveles alarmantes con más de 600 tiroteos masivos reportados en 2023 (Gun Violence Archive, 2023), es un tema que sigue sin resolverse en un país donde el lobby de armas parece tener más influencia que las vidas humanas. La inflación, aunque ha mostrado signos de moderación, continúa afectando a las familias trabajadoras, mientras que la deuda nacional ya supera los 33 billones de dólares, un récord histórico (U.S. Department of the Treasury, 2023).
A esto se suma el debilitamiento del tejido social en un país profundamente dividido por cuestiones raciales, políticas y culturales. Trump, lejos de buscar soluciones, sigue explotando estas divisiones para avanzar su agenda política. ¿Dónde están las propuestas para frenar la violencia, revitalizar la economía o abordar los desafíos climáticos? En lugar de liderar una discusión seria sobre estas crisis, Trump prefiere enfocarse en trivialidades como el nombre de una masa de agua compartida.
México: un país desangrado
En este contexto, Claudia Sheinbaum, quien está construyendo su perfil como potencial presidenta de México, cometió un error estratégico al responder a Trump con una propuesta igualmente simbólica: renombrar “América Mexicana” a los territorios históricos que alguna vez pertenecieron a México. Si bien es entendible que busque posicionarse como una líder firme ante el discurso nacionalista de Trump, esta respuesta no solo juega en el terreno de su adversario, sino que desvía la atención de los desafíos reales que enfrenta México.
En el otro lado de la frontera, México enfrenta su propio infierno. La violencia ligada al narcotráfico ha convertido vastas regiones del país en zonas de guerra. En 2023, México registró más de 25,000 homicidios dolosos (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2023), muchos de ellos vinculados a las actividades de los cárteles. Estados como Guanajuato, Zacatecas y Michoacán se han convertido en epicentros de la violencia, mientras que la población vive en un estado constante de miedo.
El narcotráfico no solo es una crisis de seguridad; también es una crisis económica y social. Los cárteles han infiltrado instituciones, controlan rutas comerciales y generan un flujo de dinero ilícito que distorsiona la economía local. A pesar de esto, el gobierno mexicano parece más interesado en participar en juegos de retórica política que en liderar una estrategia integral para enfrentar estas amenazas.
El vacío de liderazgo
El debate sobre el Golfo de México es un síntoma claro del vacío de liderazgo que caracteriza a ambos países. En lugar de enfocarse en los problemas estructurales que verdaderamente afectan a sus ciudadanos, los líderes políticos de Estados Unidos y México están atrapados en una carrera por el protagonismo mediático. ¿De qué sirve discutir sobre nombres y simbolismos cuando hay vidas en juego, economías en crisis y sociedades al borde del colapso?
Trump busca reforzar su base electoral con discursos populistas y nacionalistas que apelan a la nostalgia de un pasado idealizado, mientras que Sheinbaum parece más preocupada por consolidar su imagen como líder que por enfrentar los retos que acechan a México. Ambos, de manera distinta, ejemplifican una política vacía, más preocupada por las formas que por el fondo.
El costo de la distracción
Mientras se pierde tiempo en debates absurdos, la violencia sigue cobrando vidas, las economías continúan debilitándose y los ciudadanos pierden confianza en sus instituciones. La política del espectáculo no es solo irresponsable; es peligrosa. En un mundo cada vez más interconectado, los problemas de un país repercuten en los demás. Si los líderes de Estados Unidos y México no pueden enfocarse en lo que realmente importa, ¿qué esperanza queda para enfrentar los desafíos globales como el cambio climático, las crisis migratorias y la estabilidad económica?
La política internacional requiere visión y estrategia, no una competencia por quién tiene la última palabra en debates vacíos. Sheinbaum, como figura clave en la política mexicana, tiene una oportunidad invaluable para demostrar que México puede ofrecer un liderazgo sólido y centrado en las prioridades nacionales, en lugar de seguirle el juego a un político que utiliza la polémica como herramienta electoral.
Un llamado al enfoque
El liderazgo, tanto en México como en cualquier país, se mide por la capacidad de priorizar y resolver los problemas reales que afectan a su población. La violencia, la pobreza, la desigualdad y el cambio climático no se solucionan con discursos nacionalistas ni con cambios de nombres. Se resuelven con políticas claras, trabajo coordinado y un enfoque inquebrantable en los retos estructurales.
Claudia Sheinbaum tiene una responsabilidad histórica con México. No puede permitirse caer en las trampas mediáticas de Trump o de cualquier otro líder que busque desviar la atención de los problemas reales. México necesita liderazgo, no retórica; soluciones, no símbolos. Y, sobre todo, un enfoque claro en las prioridades nacionales.
Es momento de dejar de lado los espectáculos y construir una política que verdaderamente eleve a México. El país merece más que respuestas simbólicas; merece un liderazgo que esté a la altura de los desafíos del presente y del futuro.
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Referencias
Gun Violence Archive. (2023). Mass shootings in the United States. Recuperado de https://www.gunviolencearchive.org/
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. (2023). Incidencia delictiva en México. Recuperado de https://www.gob.mx/sesnsp
U.S. Bureau of Labor Statistics. (2023). Economic indicators and inflation reports. Recuperado de https://www.bls.gov/
U.S. Department of the Treasury. (2023). National debt figures. Recuperado de https://www.treasury.gov/