Desde su llegada al Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, canal 34, se advertía la caída del pusilánime Bernardo Barranco ni siquiera por su arrogancia sino por el mal trato, la ausencia de cortesía, la nula ética profesional hacia los colaboradores y trabajadores además de que simplemente anticipaba que cumplía instrucciones. La incompetencia era evidente aún delegando sus responsabilidades a su asesor Luis Eduardo Garzón - que de igual manera fortaleció su autismo y nula respuesta- y a Julieta Bello, su directora administrativa, quien cometió decisiones imprecisas y tiene en pie denuncias colectivas por maltrato al personal.
Los resultados a la vista, confrontación con conductores y periodistas, censura a espacios de opinión, drástica caída de la teleaudiencia, uso de recursos públicos para hacer proselitismo electoral y enorme distanciamiento con los trabajadores. El impacto dentro del Sistema Estatal más poderoso del país fue negativo al desaparecer la barra de opinión cancelando la emisión del programa Va En Serio con 17 años de permanencia “al aire” y programas de reconocidos personajes en la vida pública como Guadalupe Loaeza (a quien dijo, según refirió la escritora, se haría “wey” unas semanas para mantenerla en pantalla) o Gustavo Rentería.
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Llevar a Barranco a administrar al canal de TV y de radio fue una gran decepción para la Gobernadora Delfina Gómez. Es lamentable la caída del canal 34 que por siempre mostró su voluntad de fortalecer la libre expresión, la notoria pluralidad (en regímenes priistas participaron Rosario Robles y Porfirio Muñoz Ledo en la “barra política”) y el absoluto respeto al contenido de los programas de análisis. Llegando Barranco, la guillotina se aplicó de la manera más burda y grotesca, incluso Barranco me dijo que no me sorprendiera esa actitud porque, me confió, que otro personaje (de su mismo tamaño - Francisco Aguirre) lo había tratado de similar forma en Radio Centro.
Barranco, en lugar de superar estas nocivas conductas, las replicó en canal 34, incluso advirtiendo que si esto se elevaba a exhibición pública/política estaba dispuesto a “éntrale” por mi parte en Va En Serio. Colaboradores respetadísimos como José Monroy Zorrivas, Beatriz Pagés, Gerardo Flores, Karla Inzunza, Alejandra Pérez Bernal, Pedro Sol u Óscar Luy Rodríguez (recién premiado por su trayectoria), nunca recibieron una atención, mensaje o agradecimiento de Barranco después de casi dos décadas de estar al aire.
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En canal 34 se ve con claridad cómo la Gobernadora Delfina ha corregido el rumbo y evitará llegada a cargos de dirección de improvisados, faltos de la más elemental educación y profesionalismo. Y este descalabro nos cuesta a todos porque es un medio público.
Ni un año en el cargo. Negro historial que sabía vergüenza presumir y más cuando se antepone a las instrucciones presidenciales de respeto laboral, a los derechos humanos y a la libre expresión. Ahora, ¿qué dirán? Y que conste que es pregunta.
