Mientras miles de migrantes católicos, evangélicos, musulmanes y de otras confesiones, que radican en la Unión Americana, están temerosos de la política que llevará a cabo Donald Trump, líderes religiosos como Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y Franklin Graham, representante de los evangélicos fundamentalistas, avalaron con sus oraciones la ideología conservadora que representa el mandatario y que impondrá en esa nación a partir de ya.
Resuena en las iglesias católicas del mundo lo dicho por el Papa Francisco, justo unas horas antes de que tomara posesión Trump: “si esto es verdad (el plan de deportación masiva del presidente entrante) sería una vergüenza, porque haría que los pobres desgraciados, que no tienen nada, paguen el precio de la desigualdad mundial… así no se resuelven las cosas”.
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Esta frase se la dijo al periodista Fabio Fazio de la televisión italiana en una entrevista realizada el pasado domingo en El Vaticano, así que Dios debe estar indeciso en qué hacer con el presidente de EU, porque mientras sus seguidores oran por él para que se cumplan sus promesas, otros rezan para que Dios lo ilumine y cambie sus pensamientos con el fin de que sus planes sean cambiados por una política más humanista.
Durante su toma de posesión, Trump volvió a amenazar con una deportación masiva, con no reconocer los derechos de la comunidad LGBTQ y con exterminar -como si fueran terroristas- a los narcos, como si en Estados Unidos no hubiera consumidores de droga y el problema fueran exclusivamente los traficantes.
Oraron por Trump durante su toma de posesión el rabino Ari Berman, el pastor Lorenzo Sewell y el reverendo Frank Mann, quienes han estado asesorándolo espiritualmente a lo largo de su carrera a la presidencia. Pero hay otros líderes que ven el mandatario un caso extraño de la divinidad, algo así como una prueba de fe para los estadunidenses.
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Donald Trump también tiene en México sus porras celestiales: iglesias conservadoras donde se excomulga a las que abortan, a los homosexuales y lesbianas, donde se prohíben los matrimonios igualitarios y donde a los niños nunca se les habla sobre la sexualidad oran para que un día tengamos un presidente como el del país del norte, y que en su toma de posesión oficialice que sólo hay dos sexos: masculino y femenino.
Pastores y sacerdotes de estas congregaciones ya circulan en redes su deseo para que Dios permita una invasión espiritual que provenga de Estados Unidos y se replique aquí. Es decir, anhelan con toda su alma que algún día tengamos un mandatario que juramente con La Biblia en mano, que sólo reconozca dos sexos, que castigue a quienes abortan y encarcele a quienes integran la comunidad LGBTQ.
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PALABRA DE HONOR: El Frente Cívico Nacional ya tiene en puerta una propuesta para que comunidades evangélicas apoyen la construcción de un partido político para después otorgar algunas carteras a sus líderes.