Crónica de una victoria anunciada: Análisis del proceso electoral 2024

30 de Octubre de 2024

Carlos Graciano
Carlos Graciano
Politólogo por la Universidad Iberoamericana, consultor y estratega político, especializado en comunicación política electoral y gubernamental, ha sido conferencista internacional en la Cumbre Mundial de Comunicación Política y ganador de los Reed Latino Awards 2021, 2022, 2023 y 2024.

Crónica de una victoria anunciada: Análisis del proceso electoral 2024

Carlos Graciano

Hace unas semanas presenté una conferencia en mi alma mater haciendo un análisis de los resultados electorales del pasado 2 de junio de 2024. Como toda historia, nunca se cuenta, ni se juzga solo por su final; para entender los resultados, hay que conocer todo lo que hubo detrás. En México, votaron un total de 60,115,184 personas en la elección presidencial, lo cual representa un 61.0498% de participación ciudadana y el resultado fue el siguiente: los votos obtenidos por la coalición MORENA/PVEM/PT con Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo 35,924,519 votos o 59.7594%, la coalición PAN/PRI/PRD con Xóchitl Gálvez Ruíz obtuvo 16,502,697 de votos o 27.4517%, mientras que MC con Jorge Álvarez Máynez obtuvo 6,204,710 votos o 10.3213%. Por su parte, las candidaturas no registradas tuvieron 83,114 votos o 0.1382%; y los votos nulos fueron 1,400,144 o 2.3291%.

Por lo que es fácil identificar que la coalición de Morena/PVEM/PT dobló en votos al segundo lugar; si hiciéramos un símil con el mundo deportivo, podríamos pensar que no hubo competencia. Ahora, si queremos verlo segmentado por partidos, la votación se vería de la siguiente forma: MORENA obtuvo 27,364,649 de votos o 45.5203%, el PAN obtuvo 9,644,918 de votos o 16.0440%, MC obtuvo 6,204,710 de votos o 10.3213%, el PRI obtuvo 5,736,759 de votos o 9.5429%, el PVEM obtuvo 4,677,057 de votos o 7.7801%, por su parte, el PT obtuvo 3,882,813 de votos o 6.4589% y PRD obtuvo 1,121,020 de votos o 1.8647%; mientras que las candidaturas no registradas tuvieron 83,114 de votos o 0.1382% y los votos nulos fueron 1,400,144 o 2.3291%.

Lo que más sorprende de esta información segmentada es ver la diferencia de tamaño entre lo que representa cada partido, ya que entre el partido dominante, Morena, y su principal adversario en la oposición, el PAN, hay 29 puntos porcentuales de diferencia. Lo cual hace evidente que la oposición no ha logrado conectar con la población para volverse más competitiva. Otra sorpresa de esta información es el crecimiento de MC que se posiciona por encima del PRI, lo cual deja en claro que la apuesta a futuro del MC está dando resultados, en especial con las generaciones de electores más jóvenes y con las de futuros votantes. Por su parte, el PRI queda con un tamaño disminuido que lo podrían catalogar ya, como un partido satélite dentro de su coalición, debido a que lo que representa de forma electoral ya es muy equiparable a lo que el PVEM y el PT significan para Morena. Por último, el PRD desaparece de la conversación al no alcanzar ni siquiera el 3% de la votación.

¿Pero a qué podemos atribuir este resultado tan contundente? Si bien, el desarrollo de la contienda electoral oficial pudo hacer pensar aún en una contienda entre 2 lados, e incluso durante un momento se pudo percibir a tercias previo a la salida de Samuel García de la elección, queda evidenciado que la realidad fue muy distinta. Podemos atribuirlo a diversos factores: la sobreexposición de la candidata presidencial de Morena durante un tiempo prolongado previo al periodo electoral, el dominio territorial del partido en el poder, una vasta existencia de programas sociales, la ausencia de definición en la oposición en torno a un proyecto claro, el carisma del ex Presidente López Obrador y la falta de liderazgos que pudieran unificar a la oposición de forma orgánica.

Con una visión desde la comunicación política y la planificación estratégica electoral, podríamos hablar de una falta de identificación por parte de la oposición respecto al sitio donde estaban ubicados, ya que los números son claros; para sortear una distancia tan amplia se necesitan años de trabajo y la construcción de varios proyectos o liderazgos para poder ser competitivos, construir las victorias desde abajo y con cercanía a través de la identificación de las conversaciones donde se encuentra la atención del electorado. Por otro lado, lo que vimos fue una oposición que buscó competir de forma frontal contra un adversario que era fácilmente identificable como uno superior en tamaño y simpatía. De este modo, en próximas columnas, continuaremos con el análisis del encuadre dado por los distintos actores y partidos y poniendo en contexto la situación de dominio político en los estados y municipios del país.