Por un presupuesto que garantice la atención en salud mental

24 de Diciembre de 2024

Judith Senyacen Méndez / Jorge AlbertoPérez Guzmán
Judith Senyacen Méndez / Jorge AlbertoPérez Guzmán

Por un presupuesto que garantice la atención en salud mental

columna fiscal

Desde la pandemia por Covid-19, los trastornos mentales han empeorado en todo el mundo, tanto en prevalencia como en complejidad. En México, 3 de cada 10 personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y, de ellos, 2 de cada 3 no recibe tratamiento. En el marco del 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), analizó la evolución del presupuesto público para salud mental de 2016 a 2024, así como la propuesta del Programa Nacional de Salud Mental, de la administración entrante.

La salud mental se define como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. (OMS, 2022a). Además, influye en varios rubros de la economía, como la productividad laboral, el crecimiento económico y la cohesión social. El ausentismo y presentismo laboral reducen la productividad, lo cual representa una carga financiera importante para el empleador, el individuo, y la economía en general.

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Las pérdidas por presentismo, esto es, cuando el trabajador se encuentra físicamente pero no puede ejecutar sus funciones adecuadamente. son incluso mayores que las pérdidas por ausentismo. Asimismo, las personas con trastornos mentales graves tienen hasta siete veces más probabilidad de estar desempleadas o ausentes del trabajo en comparación con quienes no padecen estos trastornos.

El Proyecto de Nación 2024-2030 incluye el Programa Nacional de Salud Mental como una de sus iniciativas clave. Este programa tiene como objetivo consolidar un sistema de salud robusto e inclusivo, enfocado en la prevención y atención comunitaria. En particular, los objetivos de la Comisión Nacional de Salud Mental (CONASAMA) y del Programa Nacional de Salud Mental se alinean con las sugerencias de la OMS que destaca la promoción del bienestar mental en las comunidades, entornos saludables en hogares, escuelas, lugares de trabajo y comunidades. Sin embargo, también sugiere fortalecer los sistemas de salud mental mediante un aumento de la inversión.

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Entre 2016 y 2024 el presupuesto destinado a la salud mental en México ha representado entre el 1.3 % y 1.6 % del gasto total en salud, por debajo del 5 % recomendado por la OMS para los países de ingresos medios. México tendría que triplicar su gasto en salud mental para alcanzar los estándares regionales. Además, el monto ejecutado en 2023 es equivalente a un recorte de 7.9 % respecto del inicio del periodo de estudio. Además, en cuanto a recursos humanos, la OMS recomienda que haya al menos un psiquiatra por cada 10,000 habitantes. Sin embargo, en 2024, México cuenta con 0.36 psiquiatras por cada 10,000 habitantes.

Es igualmente importante que los sectores de salud, educación y trabajo unan fuerzas de forma intersectorial, para crear una red de apoyo que acompañe a las personas en cada etapa de su vida, desde la prevención y la intervención temprana hasta el soporte continuo. Invertir más y de manera más eficiente en salud mental no es solo una cuestión de necesidad, sino una forma de fortalecer a la comunidad y la economía en su conjunto. Es vital que el cuidado de la salud mental se convierta en una realidad accesible y prioritaria para todos.

El CIEP presenta la evolución del gasto en salud mental. El estudio puede consultarse en: https://ciep.mx/Nwx6