En defensa de las enfermeras en México

14 de Octubre de 2024

Alejandro Ángeles
Alejandro Ángeles
Experto en el mercado latino de EU y ha sido fundador de diversos medios para México y Latinoamérica.

En defensa de las enfermeras en México

Alejandro Ángeles

Hace ya un poco más de cuatro años que tuve a bien dar uno de los reconocimientos que más me han enorgullecido en mi carrera. Se trató del listado de la edición 2020 de las Mujeres más Poderosas del país, otorgado por Forbes México.

Si bien en Forbes o antes en Expansión y en Quién, me tocó armar listas de mujeres poderosas o muy queridas por la sociedad, la de 2020 en Forbes me dio especial gusto porque, entre las 100 mujeres, incluí a tres profesionales de la salud que, en plena época pandémica, no sólo nos iluminaron, sino que sus ejemplos ayudaron a trazar la ruta para combatir el miedo que entonces campeaba y, de paso (y en contra de mucho y muchos), contribuyeron a salvar incontables vidas.

En la edición de junio de ese año, a pocos meses de que reventara el inicio de la peor pandemia en las últimas décadas, Norma Torres, jefa de Enfermeras del IMSS; Fabiana Zepeda, jefa de la División de Programas de Enfermería del IMSS; y Ana Lucía de la Garza, entonces directora de Investigación Operativa Epidemiológica de la Secretaría de Salud (SS), fueron parte de las ‘Mujeres más Poderosas’ de Forbes México por liderar la lucha contra el Covid-19.

Ellas se suman a la larga historia de las enfermeras en México. Ya fueran las llamadas ticitl en la era prehispánica, al legado en este rubro de incontables monjas durante la Colonia y épocas posteriores hasta nuestros días, las enfermeras han sido parte crucial en los eventos más relevantes del país.

A la fecha, y de acuerdo con el Sistema de Administración de Recursos Humanos en Enfermería (SIARHE) de la SS, en México se tienen registradas casi 320 mil personas dedicadas a esta profesión.

Esto viene a cuento porque, para bien o para mal (depende de quién lo mira), en días recientes se han detonado diversas campañas en estados de Estados Unidos para reclutar profesionales de la enfermería ante la crisis de personal por la que pasa ese país. Esas campañas incluyen reclutar personas de fuera de Estados Unidos, incluyendo México y países de Latinoamérica.

Simplemente en Arizona, se espera un déficit de 30 mil enfermeras o enfermeros para fines de 2025, según el Centro Nacional de los Profesionales de la Salud de Estados Unidos. Para colmo, en 2030, dice la Asociación de Colegios de Enfermería de Estados Unidos, se calcula que un millón de profesionales de este ramo se jubilarán.

Una de las consecuencias de ello es que Estados Unidos podría comenzar a “robarse” talento en enfermería de México y otros países, sobre todo emergentes, con base en los sueldos.

La brecha es enorme. Muchas personas que se dedican a la enfermería en México tienen sueldos promedio de 11 mil pesos mensuales, según los portales Indeed y Glassdoor. Mientras que en Estados Unidos, los salarios varían mucho en función de la especialidad, pero van de seis mil dólares mensuales para enfermeras generales a 18 mil para enfermeras especializadas en anestesia.

Es una diferencia enorme y muchas personas que en México se dedican a la enfermería podrían atender esas convocatorias, ya que son muy profesionales, dedicadas y tienen eso que del otro lado valoran mucho en cuestiones de la salud: calidad y calidez humana.

Es probable que, para los próximos años, las personas de origen latino e hispano que se dedican a la enfermería aumenten a ojos vista, creando cifras sorprendentes.

A la fecha, según el portal DataUSA, en Estados Unidos hay más de tres millones de personas registradas en labores de enfermería. Su edad promedio es 43.3 años y la profesión crece a un ritmo de 1.14% anual. Esto significa que, a nivel nacional, lo de Arizona se quedará muy corto, pues el déficit de enfermeras será de por lo menos un millón al año.

Evidentemente, Estados Unidos no podrá llevarse a todas las enfermeras de México; nunca se ha visto ese efecto en ninguna profesión. Pero sí podría provocar huecos y déficits relevantes en una actividad crucial.

En 2022, último año estadístico en este sentido, en Estados Unidos el 10% de las enfermeras y enfermeros eran de origen latino. Y, como en otros pagos, la mayoría son de origen mexicano, ya que, según DataUSA, casi la mitad de las enfermeras latinas en ese país son mexicanas; es decir, 150 mil. Esa cifra representa casi la mitad de la totalidad en México.

Por eso vale la pena reflexionar: ¿nos quedaremos sin enfermeras en México? Ojalá cunda más el ejemplo de Norma Torres o Fabiana Zepeda que el de Florence Nightingale, que, inspirador y todo, nos es más ajeno.