2024: un año de crisis humanitarias y migrantes

9 de Enero de 2025

Simón Vargas
Simón Vargas

2024: un año de crisis humanitarias y migrantes

simon vargas

“Quien salva una vida, salva al mundo entero”.

Talmud

Es cierto que se ha hecho mucho hincapié en la manera en la que las crisis humanitarias han ido creciendo, en números alarmantes; a pesar de que los esfuerzos se han centrado en disminuir el dolor y el sufrimiento de millones de desplazados aún queda demasiado trabajo pendiente, ¿será acaso que el 2024 pueda convertirse en un punto de partida para que los migrantes continúen aumentando?

El 2018 se ha convertido probablemente en un año histórico, donde las Caravanas Migrantes se transformaron en una situación inédita para nuestro país, estos movimientos que comenzaron en octubre con alrededor de mil hondureños se transformaron rápidamente en sucesos donde se registró la presencia de ciudadanos de Venezuela, Nicaragua, Cuba y el Salvador, entre otros, quienes buscaban asilo en nuestro país o bien lo utilizaron como territorio de paso para llegar a los Estados Unidos de América.

Con el paso de los años, el flujo migratorio ha crecido considerablemente, de acuerdo con datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) durante el 2024, los conflictos, las persecuciones y los desastres climáticos han provocado que casi 123 millones de personas hayan tenido que dejar sus hogares.

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2024 se ha convertido en uno de los años que más agitación ha presentado y es que han estallado conflictos, se agudizaron las crisis existentes y se multiplicaron los desastres provocados por el clima. Entre las confrontaciones más importantes se encuentran: el enfrentamiento en Sudán donde desde el estallido de los enfrentamientos en abril de 2023, más de 12 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares; pero, además este enfrentamiento ha tenido un impacto devastador en temas como la seguridad alimentaria, la salud, la educación y la asistencia social.

La guerra entre Rusia y Ucrania también se ha convertido en una situación alarmante y que ha obligado a que alrededor de 6,7 millones de personas se hayan convertido en refugiados, incluidos los 400,000 que cruzaron a Europa en busca de seguridad entre enero y agosto del pasado 2024.

Por otro lado, no podemos omitir que en agosto de 2021 los Talibanes llegaron al poder en Afganistán lo que ha hecho que el país dependa en gran medida de ayudas económicas, refugio, y formación profesional, pero lo más lamentable es que recientemente se anunció una nueva ley sobre la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, que introdujo más restricciones a las libertades de las mujeres, así como a los derechos de las minorías religiosas y las personas LGBTQI+.

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El Informe sobre las Migraciones del Mundo 2024, afirma que no se puede perder de vista el impacto que tiene el cambio climático en los desplazamientos forzados, y es que tan sólo el incremento de las lluvias provocó que diversos campamentos de refugiados se inundaran en Kenya, Burundi y Somalia; además de que más de medio millón de personas en el sur de Brasil fueron desplazadas por inundaciones, incluidos refugiados y personas que necesitan protección internacional provenientes de Venezuela, Haití y Cuba.

Otro tema que analizaré en futuros escritos es lo que podrían significar las deportaciones masivas que pretende instaurar el próximo Presidente Donald Trump para las crisis humanitarias en nuestro país; diversos estados han comenzado a prepararse y establecer políticas, además de que la Presidenta, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, el pasado viernes abrió la posibilidad a aceptar a inmigrantes no sólo mexicanos y “poder colaborar a través de distintos mecanismos” para repatriarlos.

Es innegable que los motivos para trasladarse de un país a otro, o incluso dentro de la propia nación son complicados y en muchas ocasiones personales, por eso intentemos ser empáticos y tolerantes, pero sobre todo pensemos que en una sociedad donde la violencia y la indiferencia están permeando con más fuerza, es necesario centrar a la persona como eje de las acciones individuales y colectivas, así como de políticas públicas.

*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.