“El Puente de Londres ha caído”. Este jueves se informó el fallecimiento de la reina Isabel II, pero ¿qué ocurrirá tras la muerte de la monarca?
En caso del fallecimiento de su Majestad se activarán una serie de planes que han estado vigentes desde 1960 como parte del protocolo “Operación London Bridge”.
Sin embargo, al registrarse el deceso de la Reina en Escocia, también se activó la ‘Operación Unicornio’.
Tal como se dio a conocer en un foro para el personal de alto nivel de Holyrood en 2019, este plan incluye la suspensión inmediata de actividades en el Parlamento escocés para gestionar el funeral de Estado.
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De acuerdo con el diario británico The Guardian, dicho protocolo establece que el ataúd con el cuerpo de la reina descanse temporalmente en el Palacio de Holyroodhouse, su residencia oficial en Escocia.
Además, se plantea la realización de una procesión ceremonial a lo largo de The Royal Mile, la avenida principal de la capital escocesa, hacia la Catedral de St Giles, que estará abierta al público.
Posteriormente, el féretro será trasladado desde Escocia a Londres en el Tren Real hasta la estación de San Pancras, para ser llevado, finalmente al Palacio de Buckingham.
“Operación London Bridge”
Este plan dicta paso a paso lo que se debe seguir desde el anuncio público de la noticia de la muerte hasta lo que se debe hacer en los siguientes 10 días después del deceso.
El nombre en clave de la reina Isabel es ‘London Bridge’, y una vez que la noticia de su muerte se comunique desde el palacio a las partes correspondientes, se utilizará la frase «London Bridge is down» («El Puente de Londres ha caído».)
La primera persona que se enterará de la muerte de la Reina Isabel II será el secretario privado quien tendrán el deber de informar al Primer Ministro, al Secretario del Gabinete, a la Oficina del Consejo Privado y a los altos funcionarios mediante el uso de la frase clave: “El Puente de Londres ha caído”.
Los Jefes de Gobierno del Commonwealth serán entonces informados por la Oficina de Asuntos Exteriores y del Commonwealth.
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Tras el anuncio comenzarán lo rituales en diferentes catedrales escocesas antes de que su ataúd sea trasladado al tren real británico y de allí a la estación de Waverley a Londres.
Las banderas se izarán a media asta en Whitehall y en los parlamentos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Luego, el Primer Ministro hará una declaración y los parlamentarios rendirán homenaje a la difunta monarca en la Cámara de los Comunes el día después de la muerte de la Reina. Todos los asuntos parlamentarios serán suspendidos por 10 días de luto.
El cuerpo será llevado al Salón del Trono en el Palacio de Buckingham donde permanecerá hasta su funeral, que tendrá lugar en la Abadía de Westminster en Londres.
El día del funeral será un día festivo oficial para todo el Reino Unido, por lo que la bolsa de valores cerrará, así como muchos negocios.
A las 11 en punto las campanas del Big Ben sonarán y el país guardará silencio mientras el ataúd será llevado a la Abadía de Westminster donde la esperarán 2 mil invitados que a su llegada inclinarán la cabeza en oración.
Un año después de la muerte de la reina Isabel se declarará otro día festivo para la coronación oficial del Rey Carlos.
La reina Isabel II descansará con su padre, el rey Jorge VI, y su difunto esposo, el príncipe Felipe, en la Capilla conmemorativa del Rey Jorge VI en el Castillo de Windsor.
El sucesor de la reina Isabel II
Carlos de Gales, el hijo mayor de la monarca sería el sucesor al trono de Reino Unido, asumiendo el cargo inmediatamente.
Al día siguiente de la muerte, tendrá lugar una reunión del Consejo de Adhesión, seguida de una proclamación de que Carlos se ha convertido en rey.
Otros cambios
La moneda de la Reina se irá retirando lentamente de la circulación, al igual que los sellos postales, pasaportes y uniformes de la policía y el ejercito y el himno nacional cambiará con la frase “Dios salve al Rey”.
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