Frente a las descalificaciones en contra de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitidas por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y otras autoridades federales, las Relatorías Especiales sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, y sobre la situación de los defensores de derechos humanos refrendaron su respaldo a la CNDH .
Clément Nyaletsossi Voulet, Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, y Michel Forst, Relator Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos, plantean expresar públicamente sus preocupaciones, pues consideran que existe un asunto que justifica atención inmediata, y que la opinión pública debe ser informada sobre las implicaciones potenciales sobre la descalificación hacia la CNDH.
Ambos Relatores recuerdan al Presidente López Obrador que la CNDH es una Institución Nacional de Derechos Humanos (INDH) acreditada con estatus “A”, toda vez que cumple con los denominados “Principios de París” y, sin prejuzgar sobre la información recibida, le expresaron su preocupación respecto de las acciones y declaraciones contra el Organismo Nacional.
Destacaron que las INDH son actores clave en la promoción del derecho a defender los derechos humanos y están llamadas a ser la piedra angular de los sistemas nacionales de protección de los derechos fundamentales.
Tras mencionar que la CNDH contribuye a generar un ambiente propicio para la promoción y la protección de los derechos humanos, le recuerdan al presidente López Obrador la importancia de que el Poder Ejecutivo promueva espacios de diálogo.
Señalan que “Es preocupante que a través de declaraciones públicas, el titular del poder ejecutivo federal desacredite la independencia de una institución nacional de derechos humanos”.
“Lamentamos que –de ser verificados estos hechos-, pongan en riesgo la independencia de los organismos autónomos, como lo es la CNDH, toda vez que desde una posición pública de poder, tales declaraciones no conducirían a crear un entorno propicio para que dichos organismos puedan llevar a cabo las funciones previstas en su mandato, sin injerencias del poder ejecutivo”.
Afirman que es entendible que haya diferencias entre las instituciones de esta naturaleza y el gobierno, ante lo cual subrayan que el debate público sobre la actuación de las INDH es un elemento de fortalecimiento para éstas. Sin embargo, las expresiones deben realizarse dentro de los estrictos límites del funcionamiento de la institución, ya que son preocupantes el lenguaje y los medios empleados por el poder ejecutivo federal al referirse al trabajo de la CNDH, ya que generan un entorno hostil que deslegitimiza tanto a ese Organismo como la labor de protección y promoción de los derechos humanos en general.
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