El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, instó el viernes a los gobiernos de América Latina a poner a disposición asesoramiento de salud sexual y reproductiva para las mujeres y a defender su derecho a interrumpir el embarazo, ante el avance del virus del Zika.
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“Controlar la expansión del zika es un desafío mayor para los Gobiernos de América Latina”, observó Zeid haciendo referencia al estallido del virus y el simultáneo aumento exponencial de casos de microcefalia en bebés recién nacidos, lo que ha llevado a muchos países a aconsejar evitar los embarazos en las zonas afectadas.
“En situaciones donde la violencia sexual es incontrolable y los servicios de salud sexual y reproductiva están criminalizados o sencillamente no hay ningún acceso a ellos, los esfuerzos para mantener esta crisis no mejorarán aconsejando a las mujeres y a las jóvenes que no queden embarazadas”, advirtió Zeid. Uso de anticonceptivos En este sentido, el representante instó a las autoridades regionales a facilitar el acceso a servicios que incluyan anticonceptivos de emergencia (conocidos como “la píldora del día después”), seguridad materno-infantil y servicios de aborto seguros.
“Defender los derechos humanos es esencial si se quiere dar una respuesta efectiva (al avance del virus), y eso exige que los Gobiernos les garanticen a las mujeres, a los hombres y a los adolescentes acceso a servicios de salud y de información de calidad, amplios y costeables”, dijo Zeid.
Legislaciones restrictivas El país que más casos de zika registra hasta el momento es Brasil, donde los abortos se permiten sólo en caso de violación o si está en riesgo la vida de la madre. Otros países latinoamericanos presentan legislaciones similares.
Consultada por lo que sucede en países como El Salvador, que penalizan el aborto, la portavoz del organismo de la ONU, Cecile Pouilly, dijo en una conferencia de prensa: “Es por eso que estamos pidiendo a los gobiernos que se retracten y cambien esas leyes (...) No solo no le ofrecen la primera información que esté disponible, sino también la posibilidad de poner fin a sus embarazos si así lo desean”.
Además, recordó que hay muchos casos en los que mujeres y niñas “sencillamente no pueden ejercer un control de cuando y si quedan embarazadas”, por lo que pidió que se dejen sin efecto las normas y medidas que restringen su acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
El responsable de derechos humanos de la ONU fue muy claro al señalar que “muchos de los asuntos claves en esta situación tienen que ver con el fracaso de los hombres en defender los derechos de las mujeres y niñas”, por lo que se necesitan “fuertes medidas” para resolver este problema subyacente, señaló Zeid.
DW