Una voz más ha condenado el asesinato de Adolfo Enríquez Vanderkam, ocurrido en León, Guanajuato el martes pasado. Se trata de La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH); lamentó el crimen y exigió se investigue lo ocurrido tomando como principal línea de investigación la labor de activismo que realizaba la víctima.
Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto de la ONU-DH en nuestro país, fue quien se pronunció al respecto. Manifestó sus condolencias con los familiares y amigos; además, advirtió que las autoridades tienen la obligación de realizar una investigación “pronte y diligente”.
En este sentido, hizo énfasis en la necesidad de que se “priorice como línea de investigación la labor de denuncia” que llevaba a cabo Adolfo Enríquez; cuyo asesinato se convirtió en el número 13 que se registra contra defensores y activistas en el país en lo que va del año.
Y es que el activista, quien era abogado, se había convertido en un defensor de las personas habían padecido algún delito o era familiares de las víctimas. El activista “se volvió un referente para acceder a información sobre las dinámicas de violencia en la entidad y en un medio de confianza de la ciudadanía”, advirtió la ONU-DH.
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Porque Adolfo Enríquez fungía como un tipo de portavoz de denuncias ciudadanas; ayudaba a la población a difundir casos de “violencia y arbitrariedad” que se presentaban en el estado, principalmente en León, ciudad donde radicaba. En gran medida, esta labor la realizaba en redes sociales, donde daba a conocer información que, pretendía, fuera aprovechada por las autoridades para avanzar en investigaciones sobre delitos.
Sin embargo, el propio activista lamentó en varias ocasiones su inconformidad; esto porque autoridades locales y estatales obviaban los datos que ofrecía. Al respecto, la ONU-DH reconoció su labor. Y la enalteció al referir que también se evidenciaban casos en los que funcionarios y políticos eran responsables de ilícitos.
Adolfo Enríquez buscaba que se hiciera justicia, la misma que ahora la ciudadanía exige sobre los hechos que le costaron la vida, aseveró Jesús Peña Palacios; también solicitó se brinde protección a los familiares del activista y a la persona que lo acompañaba al momento del ataque, quien resultó herida.
Fue la noche del martes pasado cuando el activista y abogado fue ultimado a disparos al salir de un establecimiento ubicado en la colonia San Juan de Dios, en el centro de León.
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