La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas por la los Derechos Humanos (ONU-DH) informó que la consulta indígena para la aprobación del Tren Maya, realizada el fin de semana pasado, “no ha cumplido con todos los estándares internacionales en la materia”.
De las 15 asambleas informativas celebradas durante la consulta en los estados que este megaproyecto abarcará, ONU-DH tuvo presencia en cuatro, las cuales se celebraron en Tenabo, Campeche; Dzitás, Yucatán; Xpujil, Campeche; y Reforma, Quintana Roo.
En tanto, se presentó en ocho de las 15 correspondientes al proceso consultivo, las cuales se llevaron a cabo en Palenque, Chiapas; Tenabo, Campeche; Dzitás y Tunkás, Yucatán; Xpujil, Tabasco; Reforma y Xul-há, en Quintana Roo.
Tras presentarse en dichas asambleas, ONU-DH señaló que reconoce la intensión del Gobierno de México para garantizar la legalidad, el respeto, protección y derechos de los pueblos indígenas, sin embargo, detectó que la información proporcionada a la población iba dirigida a los beneficios que la obra trae consigo, y no a los impactos negativos.
A ello, continua la Oficina del Alto Comisionado de ONU-DH en México, se pudo observar que, durante las sesiones informativas y consultivas, las personas presentes preguntaban sobre los efectos negativos de esta obra, no obstante, no tenían respuestas concretas. Aunado a esto, la carencia de estudios y su escasa difusión no permite que las personas puedan decidir libremente.
En su informe, puntualiza que el Gobierno Federal señaló que la garantía de derechos económicos no estaba condicionada al aval del megaproyecto, ante lo que ONU-DH observó que la gente afirmaba que el Tren Maya es un buen proyecto como una forma para atraer recursos de necesidades básicas como agua, salud, educación, trabajo, vivienda, cultura, entre otros.
Asimismo, recabó participaciones que indicaban que el tiempo de consulta era muy corto y que las traducciones de la información presentada, no era la adecuada. Por otro lado, señaló que en su mayoría, los presentes en las asambleas pertenecían a instancias de Gobierno Municipal, así como ejidatarios, y no al sector de la población que se esperaba fuera consultado.
Pese a que el Gobierno Federal anunció que los pobladores de los cinco estados consultados dieron el aval del Tren Maya, el procedimiento no contó con los estándares internacionales. CJG
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