Debido al momento que vive la economía mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que no es momento para “políticas de austeridad” que retrasarían todavía más la recuperación ante las crisis actuales.
Este miércoles la ONU presentó su informe respecto a las perspectivas económicas mundiales, en el cual pronostica un crecimiento del 1.9 por ciento, “una de las tasas más bajas de las últimas décadas”, informó el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.
Por lo anterior, la ONU consideró que apostar por “políticas de austeridad” terminarían por provocar “dolorosos” recortes al gasto social, además de impedir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En su informe, Naciones Unidas recalcó que estas medidas suelen afectar a las poblaciones más vulnerables, pero también entorpecen los compromisos internacionales, especialmente los relacionados con el combate al cambio climático y la recuperación económica mundial afectada por la pandemia de Covid-19.
“Este no es momento para pensar a corto plazo o de una austeridad fiscal instintiva que exacerba la desigualdad, aumenta el sufrimiento y que podría dejar los Objetivos del Desarrollo Sostenible fuera de alcance”, señaló Antonio Guterres, secretario general de la ONU.
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De acuerdo con el informe de la ONU, la recuperación económica mundial se dará hasta 2024, cuando se espera un crecimiento del 2.7 por ciento.
Aunque las estimaciones de la ONU coinciden con las del Banco Mundial, quien revisó a la baja su perspectiva de crecimiento económicos, al pasar del tres por ciento en junio de 2022 al 1.7 en su último informe, chocan con los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Durante el Foro Davos, Kristalina Georgieva, directora del FMI, advirtió que la economía mundial para 2023 es menos drástica de lo que se esperaba y auguró un crecimiento del 2.7 por ciento; sin embargo, dejó en claro que no es una situación “completamente optimista”.
Hamid Rashid, el principal autor del informe de la ONU, afirmó que ante la situación económica actual, “la receta típica de los economistas sería recortar el gasto público”; no obstante, indicó que los países en desarrollo, “deben evitar la austeridad”.
Añadió que a los países en desarrollo se les debería reestructurar su deuda pública, de lo contrario, estarían obligados a destinar más del 25 por ciento de los ingresos de sus gobiernos al pago de ésta, lo que terminaría por minar aún más su Objetivos de Desarrollo Sostenible. EJ
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