La Organización Mundial de la Salud (OMS) reaccionó con prudencia al anuncio realizado por Rusia este martes sobre el desarrollo de una vacuna contra la Covid-19 y recordó que la “precalificación” y la homologación de una vacuna pasan por “procedimientos rigurosos”.
“Estamos en contacto estrecho con los rusos y las discusiones continúan. La precalificación de toda vacuna pasa por procedimientos rigurosos”, puntualizó Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, durante una videoconferencia de prensa.
“La precalificación comprende el examen y la evacuación de todos los elementos de seguridad y de eficacia requeridos recopilados durante los ensayos clínicos”, recordó.
El presidente ruso Vladimir Putin anunció el martes que Rusia había desarrollado la “primera” vacuna contra el nuevo coronavirus y aseguró que ofrece una “inmunidad duradera” y que una de sus hijas se inoculó con ella.
Hasta ahora, Rusia no ha publicado un estudio detallado de los resultados de sus ensayos que permitan establecer la eficacia de los productos que dice haber desarrollado.
La semana pasada la OMS se mostró dubitativa cuando Rusia había afirmado que su vacuna estaba casi lista y recordó que todo producto farmacéutico debe “ser sometido a todas las distintas pruebas y testeos antes de ser homologado para su uso”.
Por ahora, “resulta vital aplicar medidas de salud pública que funcionen. Debemos continuar invirtiendo en el desarrollo de vacunas y tratamientos que nos ayuden a reducir la transmisión en el futuro”, dijo también el portavoz de la OMS, quien aseguró estar “motivado por la rapidez con la cual se desarrollan algunas vacunas candidatas”.
“Esperamos que algunas de ellas resulten eficaces”, continuó Jasarevic.
Según la OMS, hay 26 vacunas candidatas en etapa de ensayos clínicos (probadas en seres humanos) en todo el mundo y otras 139 se encuentran en estado de evaluación pre-clínica.
Entre las 26, seis habían alcanzado a fines de julio la fase tres de su desarrollo. La desarrollada por el centro ruso Gamaleia se encontraba clasificada en la fase 1.
El ministro de Salud ruso Mijaíl Murashko precisó que “van a seguir haciéndose ensayos clínicos sobre varios miles de personas”.
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