Hasta ahora y a casi dos meses de su inauguración, la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, ha tenido un costo de al menos 12 mil millones de dólares, reconoció el presidente Andrñes Manuel López Obrador, superior a la cifra inicial proyectada en la obra.
Pero la Cuenta Pública apunta a un incremento del doble de lo que en su inicio se pretendía invertir, que eran ocho mil millones de dólares, es decir, su costo podría rebasar los 16 mil millones de dólares, cuando quede totalmente finalizada.
Pero “ustedes deben estar tranquilos”, aseguró el presidente López Obrador, el mismo que prometió que se prohibiría el aumento excesivo en las obras y que lo haría reforma de ley.
El jefe del Ejecutivo reconoció la elevación del costo, pero antes de explicar lo que lo ocasionó, escudó a la encargada de la obra, la secretaria de Energía Rocío Nahle, “una mujer íntegra, honesta”, para evitar que se pensara que se trató de corrupción, pues la obra ya se “terminó”.
Sin embargo, aceptó que el proyecto inicial, insignia de la llamada Cuarta Transformación, no contempló la compra de algunos equipos que eran necesarios, por lo que se amplió el presupuesto.
Aunque durante todos los meses que duró la construcción de la obra, ya se habían presentado aumentos en los costos, por el encarecimiento de las materias primas por las disrupciones en las cadenas de suministro por la pandemia y recientemente por la crisis causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿cuáles tuvieron que ser los equipos que se omitieron en el proyecto, para que se aumentara su costo hasta en 50%?
“Bueno, hubo un incremento en el caso de la refinería porque no se contemplaron originalmente equipos que se necesitan y se amplió el presupuesto”, aceptó López Obrador, pero inmediatamente impuso el escudo: “pero tienen que ustedes estar tranquilos, y desde luego toda la población, de que nadie hizo negocio para provecho personal en la construcción de la refinería, que no hay corrupción, que ya no es el tiempo de antes”, resaltó.
La refinería que no refina
A tres años de su inicio, la obra fue inaugurada el 2 de julio, con la promesa de una capacidad de producir 340 mil barriles diarios de crudo; sin embargo, la refinación iniciará entre ocho y 12 meses después, que es lo que aseguró el Gobierno, durará la fase de prueba, lo que también genera un costo y que tampoco se había informado al anunciar la mega obra.
“Vamos a informar, como está informado el Consejo de Pemex sobre el costo de la refinería, y de este presupuesto adicional que implica construir otros equipos, que no se contemplaron en el costo inicial, y también todo el costo de integración, y ya lo que va a implicar la operación de la refinería”, detalló López Obrador, lo que prevé que el costo siga aumentando.
Aunque el mandatario no dio una cifra clara, señaló que el crecimiento del costo de la obra ha aumentado entre dos mil y cuatro mil millones de dólares “porque no se contempló todo”, por descuido de quienes hicieron el proyecto o tal vez por la prisa con que se realizó.
Pese a eso, el presidente López Obrador rechazó que vayan a existir sanciones para los funcionarios encargados del proyecto y de determinar el costo incial.
El presupuesto inicial de la refinería Olmeca fue de ocho mil millones de dólares, por lo que las opciones de otros contratistas fueron rechazadas por exceder, tanto el costo como el tiempo de la entrega de las instalaciones para operarlas, situación que se está reviviendo ante los gastos que se han salido de control, pero también porque el gobierno no tiene los recursos suficientes para sufragar los incrementos que se están presentando.