La variante de preocupación del coronavirus SARS-CoV-2 que en apenas unas semanas se ha convertido en la dominante a nivel mundial es muy eficiente para infectar a las vías respiratorias; sin embargo, no afecta a los alvéolos, la zona profunda de los pulmones donde se realiza el intercambio de gases de la respiración.
En experimentos con tejidos en cultivo, investigadores de diversas instituciones de los Países Bajos analizaron la conducta de las variantes 614G (la primera que surgió en Europa al inicio de la pandemia y de la que descienden todas las variantes de preocupación) y Delta en comparación con Ómicron.
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Además de confirmar que Ómicron es menos eficiente en la transmisión de una célula infectada a otra a través de la fusión de ambas, el equipo encontró que “curiosamente”, Ómicron es más eficiente que Delta en los primeros cinco días de la infección, pero después de ese periodo, Delta supera a Ómicron.
También vieron que los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 generados por vacunación neutralizaron efectivamente a Delta pero no a Ómicron, que entonces mantuvo su ventaja en la eficiencia de la infección hasta el día nueve.
Sin embargo, “Ómicron no se replicó productivamente en células alveolares de tipo 2 humanas”, en las que Delta es eficiente. Los autores señalan que sus datos sobre Ómicron “podría explicar su mayor transmisibilidad y menor patogenicidad”, escriben en el reporte preliminar de investigación publicado ayer en el sitio medRxiv.
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