El temor por la rápida propagación de Ómicron, así como un aumento vertiginoso de los casos positivos de coronavirus en varios países del mundo, ha apagado por segundo año consecutivo las festividades navideñas incluso en lugares icónicos como la pequeña ciudad de Belén, en donde las restricciones a visitantes extranjeros frenó las miles de peregrinaciones que ocurren normalmente en esta temporada.
La esperanza de mantener abierta la ciudad donde, según los textos católicos, nació Jesús de Nazaret para los festejos navideños se desmoronó cuando las autoridades de Israel decidieron cerrar nuevamente sus fronteras tan solo 27 días después de haber levantado las restricciones para turistas extranjeros, esto debido a la detección de los primeros casos de Ómicron en su territorio.
Por otra parte, la aerolínea alemana Lufthansa anunció la cancelación de 33 mil vuelos intercontinentales debido a un brote de contagios entre los pilotos de esta compañía, lo que representa cerca del 10% de sus rutas internacionales, y que podría afectar a miles de pasajeros que tendrán que buscar otras opciones para estas fechas.
Las celebraciones en Reino Unido también se verán afectadas luego de que se reportaran 106 mil 122 nuevos casos de Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde que comenzara la pandemia en este país, y que ha encendido las alarmas a pesar del bajo número de hospitalizaciones y defunciones que se han registrado desde que Ómicron se convirtió en la variante dominante.
Ómicron también ha comenzado a expandirse en Nueva Delhi, capital de India, en donde los festejos navideños y de fin de año fueron prohibidos luego de registrar el mayor repunte de casos positivos del país en los últimos días; además, los contagios asociados a esta variante en el estado occidental de Maharashtra alcanzaron un nuevo pico de 23 detenciones en las últimas 24 horas.
A menos de 48 horas para los festejos de Navidad, autoridades de salud australianas anunciaron nuevas medidas de restricción entre las que se incluyen aforos reducidos en lugares públicos como restaurantes y bares, así como uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados y registro de códigos QR para rastreo de posibles casos.
Festejo interrumpido. La esperanza de mantener abierta la ciudad donde nació Jesús de Nazaret se desmoronó cuando decidieron cerrar nuevamente sus fronteras.