El reclutamiento del narco

22 de Diciembre de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

El reclutamiento del narco

maria idalia gomez

Personas que aparentan tener entre 20 y 30 años, visten de manera casual, con ropa bien combinada y aparentemente de marca, como pantalones de mezclilla, chamarras, playeras y tenis, se congregan en paradas de autobús muy concurridas, accesos de Metro y Metrobús, donde permanecen durante un par de horas.

Aunque los horarios varían y los rostros cambian, la actitud general persiste: seria, amable, profesional y silenciosa.

Quienes los han identificado en la Ciudad de México coinciden en la descripción de estas personas, todos hombres, dedicados a distribuir tarjetas de promoción exclusivamente a jóvenes que van solos o acompañados de uno o dos amigos, principalmente de edades comprendidas entre la secundaria y cerca de los 30 años.

A pesar de su presencia, no presionan a los receptores para aceptar las tarjetas, aparentemente para evitar llamar la atención.

Las tarjetas, del tamaño de presentación, son similares entre sí, variando colores y algunas leyendas.

Por un lado, ofrecen supuestos préstamos de dinero, accesibles y baratos para todos, con el nombre de la empresa y teléfonos. Sin embargo, en el reverso, se revela la leyenda “Cártel Jalisco Nueva Generación”.

De acuerdo con el monitoreo que mantienen autoridades federales, este mismo fenómeno se ha visto en algunas de las ciudades más grandes del país, y las primeras investigaciones confirman que es una de las nuevas formas de reclutamiento de células de ese grupo criminal, que intenta captar a nuevos integrantes en diferentes posiciones.

La tarjeta proporciona un número de contacto para obtener más información.

Lo que sigue después, explica uno de los investigadores, es una serie de intercambios sobre la oferta laboral que se puede obtener, desde un salario fijo semanal que varía dependiendo el lugar y las tareas asignadas: vigilancia, sicariato, escoltas, vendedores de droga al menudeo, entre otros.

La oferta la presentan atractiva, añade la misma fuente, un joven de 15 años puede ganar tres mil pesos semanales o más, será “entrenado”, podrá tener autos y será poco el trabajo.

Aunque la oferta se presenta atractiva, el investigador advierte que el joven deberá ser leal al grupo, dejar de ver a su familia en algún momento y cumplir con todas las órdenes. No se menciona que la lealtad podría llevar a asesinatos o represalias contra su familia, ni se alerta sobre la imposibilidad de retorno una vez iniciado el camino.

Este reclutamiento inicial es sólo el principio, ya que se derivará en adicciones a drogas como forma de control. Una vez ingresado por este camino, sostiene la fuente, ya no hay vuelta atrás.

La información se ha recabado a partir de personas liberadas o detenidas, quienes explican cómo fueron captadas por el grupo criminal, así como por investigaciones en campo.

El tiempo promedio de vida o estancia en el grupo bajo estas condiciones es de aproximadamente tres años, terminando en muerte, detención o una adicción tan grave que los vuelve inservibles para la organización.

Las investigaciones sobre este tipo de reclutamiento continúan con alertas lanzadas a las escuelas y el diseño de una campaña por parte de las fuerzas federales para inhibirlo, aunque el proceso está tomando más tiempo del esperado, según lo reconoce la fuente.

Sin embargo, es evidente que existen diversas formas de convencer o incluso forzar a los jóvenes a unirse, en los casos más graves, a estos grupos criminales.

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