¡Con las familias no!

27 de Diciembre de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

¡Con las familias no!

Hubiera sido deseable que esa expresión, “con las familia no”, fuera dirigida desde la investidura presidencial a los grupos criminales que en Zacatecas, Quintana Roo, Sonora, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Baja California, Colima, Oaxaca… y cada uno de los pueblos en donde están secuestrando, torturando, desapareciendo a jóvenes, familias, comunidades completas.

Allí si está la emergencia. No en sus hijos Presidente, que se defiendan como han aprendido, según usted cuenta, y écheles la bendición para que no caigan en tentaciones ni en las trampas de los grupos de poder. Pero por ahora es urgente la estatura de miras, las múltiples operaciones que están ocurriendo a lo largo del territorio ante la falta de una estrategia de seguridad.

En este momento los números que se presentan desde el Ejecutivo, sea federal o estatal, sobre la violencia del país no reflejan lo que ocurre. Y lo sabe el Gabinete de Seguridad, y lo sabe el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no lo reflejan porque los criminales están acallando a las comunidades que no están denunciando, incluso asesinatos.

La violencia criminal, de acuerdo a los más recientes datos de inteligencia, se está expandiendo comunidad por comunidad, ranchería por ranchería. De algunos de ellos se tienen noticia, porque las propias organizaciones ordenan difundirlo como parte de su estrategia.

La información de autoridades es que en los desplazamientos de estos grupos, que siguen los mismos patrones, desde los horarios, la cantidad de elementos y tipo de armamento de alto poder, la forma de desplazarse en los lugares, los mensajes que emiten, el violentar inmuebles y atacar a familias “como ejemplo” de lo que puede pasar a otras, si denuncian o hacen algo.

No sólo se trata de los grandes grupos de narcotraficantes, los conocidos y aquellos que utilizan nuevo nombre para distraer la atención; sino de grupos criminales disidentes de mediano tamaño y de estructuras más poderosas que ahora toman el control territorial para apoderarse de agua, minas, sembradíos de frutas y verduras de alto valor, y probablemente secuestrar a jóvenes para convertirlos en sus ejércitos.

Si el Presidente quiere creer que la violencia va controlándose y disminuyendo, no es así. Si el Presidente quiere seguir distrayéndose y distrayendo con el tema de sus hijos, de quienes sí es válido hacer un escrutinio como parte de la buena salud de la democracia, entonces que siga, pero que no se sorprenda que será responsable histórico por su falta de estrategia que provocó nuevos crímenes y desapariciones en este país.

Hasta ahora, las fuerzas federales han sido reactivas y no han obligado a las autoridades locales a actuar. Tampoco han acabado con las estructuras de apoyo desde los poderes locales y federales.

En la actuación criminal, también puede estar la mano de estructuras internacionales, interesadas en desestabilizar regiones de este país. La estrategia debe ser de mucho más nivel de lo que hemos visto.

La polarización no es el camino. La crítica es indispensable. ¡Ya basta! Sí, pero de tanta medianía y distracción.

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