Los obispos, resguardados en la Conferencia Episcopal, anunciaron que el diálogo en Nicaragua continuará en los próximos días y descartaron abandonar esa mesa, pese al ataque verbal y físico que sufrieron en Carazo. La información fue confirmada por monseñor Carlos Herrera, obispo de Jinotega, quien brindó declaraciones a medios de comunicación.
Va a continuar (el diálogo)... nos unimos a tanto dolor y sufrimiento de tantas personas que han sufrido esta violencia, unidos con paciencia y humildad”, declaró Herrera.
El religioso explicó que el diálogo en Nicaragua es un medio que permite tratar de frenar los actos de violencia.
El ambiente está un poco así (difícil), esperamos que no vaya a crecer esot, porque el mal por sí solo cae”, señaló.
Lo que ocurrió contra los obispos “es algo grave, algo nunca visto y ojalá que no se repita”, agregó. El diálogo en Nicaragua comenzó el 16 de mayo, pero ha sido suspendido a causa de los actos de represión. El lunes, los obispos, liderados por el cardenal Leopoldo Brenes, viajaron a Carazo, para solidarizarse con las víctimas de los ataques armados del domingo, que dejaron al menos 14 muertos, pero sufrieron ataques verbales y físicos de parte de las turbas y de parapolicías. La crisis en Nicaragua, que comenzó el 18 de abril, a dejado más de 320 personas muertas; los obispos, junto a la comunidad internacional, han pedido al gobierno cesar la represión y también un adelanto de elecciones. SC