Obesidad de los mexicanos, ¿la culpa es de la geografía?

México es uno de los países con mayores niveles de obesidad y sobrepeso en el mundo, con niveles que alcanzan hasta el 46% de la población en el caso de las mujeres de entre 30 y 59 años. Sin embargo, no todo es atribuible a los malos hábitos de los mexicanos.

De acuerdo con Xóchitl Ponce Martínez, coordinadora del diplomado de Actualización y Educación en Diabetes por el Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM, la geografía y la disponibilidad de alimentos juega un papel importante en este fenómeno.

La carencia al acceso de alimentos de calidad se relaciona con uno de los problemas graves a nivel mundial: la obesidad, dijo la especialista, quien mencionó que esta enfermedad se desarrolla porque una persona come más de lo que gasta en energía.

No obstante, la calidad es lo más importante, dijo, ya que los alimentos ingeridos presentan alta densidad energética y no proporcionan los nutrientes necesarios.

Citada en un comunicado de la UNAM, Ponce dijo que uno de los regímenes por los que se puede optar porque cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuenta con la relación cantidad/calidad es la llamada “dieta de la milpa”.

Este modelo de alimentación de origen mesoamericano que se basa en “la combinación de una leguminosa y un cereal, por ejemplo frijoles y tortilla; al juntarlos estamos garantizando el aporte de una proteína de alto valor biológico”, indicó la especialista.

Además este modelo tiene el beneficio de que se basa en alimentos de calidad y de fácil acceso para las poblaciones, ya que pueden cosecharlos u obtenerlos en su región.

Según Ponce, para poner un alto a la epidemia de la obesidad es necesario crear herramientas que permitan evaluar la calidad de la alimentación de acuerdo a la población y al contexto en el que esta se desenvuelve; así como mantener ciertos hábitos de actividad física y de descanso.

De igual forma, el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria recomienda aumentar la disponibilidad, accesibilidad y consumo de agua potable, así como disminuir el consumo de grasas, azúcares y sodio, y optar por frutas, verduras, leguminosas, cereales de granos enteros y fibras en la dieta que sí representen un aporte nutritivo.

De acuerdo con datos de la OMS, 13 por ciento de la población adulta en el orbe padece sobrepeso u obesidad, mientras que en América Latina, un informe del Banco Mundial presentado en 2020, registró que, de cada 10 personas mayores de 20 años, seis son obesas.

La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señaló que en México el grupo etario entre 30 y 59 años es el que presenta mayores niveles de obesidad: 35 por ciento en hombres y 46 por ciento de mujeres.

Este problema no es sólo de adultos, pues la UNICEF ha informado que, en el país, “uno de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y uno de cada tres entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad” colocando al país entre uno de los primeros a nivel mundial.