A 51 años del movimiento estudiantil, las calles de la Ciudad de México volverán a ser tomadas, pero con la confianza de que no sucederá un hecho igual, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar que el uso de la fuerza no es la opción para resolver problemas.
El 2 de octubre de 1968, miles de estudiantes, profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y campesinos, se desplegaron en la capital del país para exigir la libertad de presos políticos y la eliminación del autoritarismo.
Con el argumento de que sus participantes eran terroristas, delincuentes o un peligro para la seguridad nacional, la manifestación fue reprimida y culminó con una masacre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
“Estamos en una etapa nueva, en la que el uso de la fuerza ha quedado relegado. No se puede hablar ni siquiera de la razón de Estado, de que el Estado tiene el monopolio exclusivo del uso de la fuerza. Nosotros queremos vivir en una sociedad en paz, sin violencia, sin usar la fuerza, convencer, no vencer, convencer, persuadir, dialogar, vivir en armonía, vivir en paz”, aseguró.
El gobierno federal, dijo, mantendrá vigilancia, pero confió en que la estrategia de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, funcionará. Y es que la morenista anunció que, además de vallas metálicas en los negocios, habrá una cadena de paz formada por alrededor de 12 mil funcionarios capitalinos.
“Por eso, nunca más una represión en México, nunca más torturas, desapariciones, masacres. Nunca más un 68. Y se está logrando establecer esta nueva política a pesar de provocaciones y de afanes autoritarios”, advirtió el tabasqueño.
Los va a acusar con sus mamás
En las últimas semanas, personas encapuchadas se han integrado a las marchas, causado pintas y actos vandálicos en negocios y edificios de gobierno, por lo que el mandatario llamó a los mexicanos a manifestarse en paz.
“Y exhortarlos, llamarlos a que ese no es el camino. Fuera máscaras, el que lucha por la justicia, el que lucha por la libertad, por la democracia, no tiene por qué ocultar su rostro, tiene que dar la cara; y tampoco puede traer armas, sean estas piedras o petardos, varillas, nada de eso, no se requieren esas formas, esas maneras”.
De no hacerlo, advirtió López Obrador, los va a acusar con sus mamás, con sus papás y abuelos, porque está seguro que ellos no están de acuerdos, no los ven con buenos ojos.
“Que tengan cuidado porque en una de esas los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos, porque estoy seguro que los abuelos, las mamás, los papás, no están de acuerdo, me dejo de llamar Andrés Manuel. Estoy seguro que los ven o los verían como malcriados, que no deben de andar haciendo eso, les darían hasta sus jalones de orejas, hasta sus zapes. Eso también”, aseguró sonriendo.
ES DE INTERÉS
VIDEO | Masacre de Tlatelolco, episodio de México sin esclarecer