“Nunca más dirigentes nombrados desde Los Pinos”
La corriente Democracia Interna, que lidera Ulises Ruiz, llamó a votar por Meade y convoca a una asamblea extraordinaria del PRI que redefina reglas para el PRI y evite que “vacas sagradas” dirijan el partido
La corriente Democracia Interna, que dirige el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, comenzó a vislumbrar lo que pasará con el PRI después de las elecciones del 1 de julio, en las que no se visualiza una victoria de José Antonio Meade.
La nueva etapa del partido es de los militantes, no de ‘vacas sagradas’. No es de cabezas, no es de historias que hoy en el país ya no funcionan y menos en el partido. La militancia se construye desde los cimientos, desde el trabajo en los seccionales, en los municipios, en los distritos, en los estados. Por eso, nunca más militantes designados desde Los Pinos que, aún con experiencia, no cumplieron con las exigencias de una sociedad agraviada ni podrán dirigir nuestro destino”, se lee en un manifiesto divulgado por el exmandatario oaxaqueño.
A seis días de los comicios en los que estarán en juego la presidencia de la República, ocho gubernaturas, la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y la renovación del Congreso de la Unión, Democracia Interna llamó a simpatizantes y militantes a votar por el PRI, “por el proyecto de nación en el que millones de mexicanos creemos, inspirado en los valores de la democracia y la justicia social de nuestro instituto político y, desde luego, por la capacidad, por la experiencia y por la honradez que Pepe Meade representa”. Respecto a los simpatizantes y militantes que no han decidido su voto, el pronunciamiento firmado por unos 400 priistas los exhorta a no dejarse atraer por “espejismos” o promesas imposibles de cumplir.
A quienes no han decidido por quien emitir su voto, los invitamos a unirse a la causa de José Antonio Meade, candidato ciudadano al que el PRI decidió apoyar por las cualidades que ha demostrado tener durante su trayectoria en el servicio público y el compromiso que ha demostrado tener con México. No permitan que el enojo se traduzca en desánimo y que la esperanza los lleve a creer en espejismos o en promesas imposibles de cumplir”.
Democracia Interna es una corriente que nació hace un par de años, cuando llegó a la dirigencia del PRI Enrique Ochoa Reza, quien fue visto como una imposición del grupo del presidente Peña Nieto, toda vez que el michoacano no tenía carrera partidista ni era reconocido por la militancia. La corriente interna surgió entonces como una expresión al interior del PRI para impulsar su refundación y ha señalado errores y desviaciones de sus dirigentes y de quienes “han aprovechado el cobijo de sus siglas para enriquecerse”. Si siquiera sugerir una eventual victoria de Meade, el grupo comandado por Ulises Ruiz propone que a partir del 2 de julio el PRI entre en una fase de reconfiguración. “Creemos firmemente que la nueva dirigencia del Partido debe surgir de una consulta abierta y no del acuerdo de notables al que se ha recurrido muchas veces antes. Los priistas no permitiremos que los iluminados de siempre intenten delinear un ‘perfil’ de quién debería ser el próximo presidente del PRI. Democracia Interna planea que sea la militancia la que vote entre los priistas que decidan competir por ella. “No queremos más un PRI donde los gobernadores priistas se reúnan para definir el destino del partido o donde se reúnan los sectores y organizaciones y vayan a Los Pinos a pedir línea sobre quién debe ser el dirigente nacional. No queremos más que los coordinadores parlamentarios definan el destino de la dirigencia nacional, queremos un partido en que, todos ellos, tengan el espacio para participar, como un militante más, en las tareas que implica la reconstrucción de nuestra organización política.
Démosle ya las gracias a las vacas sagradas que estuvieron en la dirigencia, a las que sirvieron a otros gobiernos, algunos de manera pusilánime, de manera servil, de manera oficiosa, como una oposición totalmente domesticada cuando fuimos oposición”, reitera.
Está claro que el PRI en años recientes perdió el rumbo, subraya el documento, por eso es necesario que el partido haga un ejercicio de autocrítica “sobre lo que hemos hecho y lo que dejamos de hacer en el partido y lo que se ha hecho desde el gobierno y, a partir de esa revisión, determinar las responsabilidades que tendrá que asumir cada quien, empezando por el ‘primer priista’ y por los funcionarios del gobierno que junto con los gobernadores de la Generación de la Vergüenza, son responsables del 80% de rechazo que alcanzaron partido y gobierno, entre otras causas por un deficiente combate a la corrupción, por una fracasada y pésima estrategia contra la inseguridad y por la instrumentación de políticas públicas que no pudieron disminuir la pobreza”. La corriente que comanda Ulises Ruiz dijo que “vamos a cerrarle el paso a quienes van a quererse apoderar del PRI a través de sus supuestas influencias. Los exdirigentes surgidos desde la cúpula ya tuvieron su oportunidad y nos dejaron a un partido que tuvo que postular a un ciudadano para lavarse la cara manchada de corrupción”.