Desde la idea de su ejecución, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha sido uno de los proyectos más controvertidos del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) emitió 118 recomendaciones al desempeño del proyecto, de las cuales 40 corresponden al apartado de “Efectos Regionales y Urbanos”.
En este rubro, el organismo detalla que no se incluyó el análisis de la factibilidad urbano-regional, un requerimiento indispensable para su registro en cartera de los proyectos de inversión ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). El espacio en que se construye el aeropuerto requiere de la adquisición de más hectáreas, pero la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) no ha acreditado contar con el soporte documental de 590 de ellas, además de que aún quedan por adquirir 383.58 hectáreas; 128 de las cuales corresponden a terrenos nacionales y no han sido adquiridas por interponer dos juicios de amparo.
La evaluación sobre el impacto en el valor de los predios aledaños a la construcción del AIFA es otro de los requerimientos que no se han presentado, derivado de la cancelación del aeropuerto en Texcoco, por lo que no existe un pronunciamiento sobre las afectaciones tanto positivas como negativas que pudieran presentarse.
El rubro de efectos ambientales de la construcción del aeropuerto recibió 35 recomendaciones, que incluyen 78 impactos ambientales, de los cuales 18 representan efectos adversos significativos. La información relativa a los impactos que se puedan derivar de la interconexión entre Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el AIFA fue omitida, y tampoco se presentaron datos de las afectaciones a especies, desabasto del agua, afectación a las aves por el aumento de la contaminación atmosférica y posibles daños al patrimonio arqueológico y paleontológico.
El control interno y gobernanza del proyecto recibió 17 recomendaciones, ya que entre las omisiones también se encuentra la de una correcta planeación estratégica que permita identificar y orientar los esfuerzos institucionales hacia la consecución de objetivos que persigue el proyecto. De igual manera, no fue prevista la definición de mecanismos que puedan verificar que el programa y su presupuesto se ejecute en tiempo y forma.
De manera general, en el análisis del proyecto del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se encontró que las estimaciones no fueron sustentadas en los datos históricos reales de la demanda de pasajeros y carga atendida por el AICM, y tampoco se analizaron los costos o afectaciones económicas que tendrá para las aerolíneas. Destaca que no se cuenta con una estrategia integral de transporte y de interconexión terrestre sólida, y tampoco se consideraron las preferencias de los usuarios de los servicios aeroportuarios.
Además de las recomendaciones, la ASF también emitió seis sugerencias, la mitad de las cuales van enfocadas a mejorar el impacto ambiental que podría tener el nuevo aeropuerto; dos de ellas corresponden a los efectos regionales y la última es para la planeación general del proyecto.
En el contexto de la pandemia de Covid, la ASF consideró importante la realización de un nuevo análisis -a cargo de la SEDENA- que revise y detalle los efectos de la contingencia sanitaria provocada por el virus en la demanda de servicios aeroportuarios en el centro del país, toda vez que el tráfico aéreo en México y el mundo ha disminuido notablemente.