Una nueva hipótesis sobre “los orígenes” del SARS-CoV-2 se acaba de dar a conocer, y propone que el coronavirus pudo tener más de un origen al saltar de un animal a un humano en más de ocasión.
Esta idea y la evidencia en la que se sustenta, reportadas por Smriti Mallapaty para la revista Nature, forman parte de una conversación en el foro virological.org, donde se publicó un análisis de las primeras secuencias del SARS-CoV-2, de las muestras que se tomaron a personas infec-
tadas a fines de 2019 y principios de 2020.
En estas muestras se detectan dos linajes amplios, llamados A y B, que tienen diferencias genéticas importantes. El linaje B, dominante a nivel mundial y al que pertenecen variantes como Alfa (B.1.1.7) y Delta (B.1.617.2), se encontró en personas que visitaron el mercado de mariscos en la ciudad de Wuhan, donde también se vendían animales salvajes terrestres.
El linaje A ha sido menos exitoso, pues sólo se extendió en China y se detectó en personas vinculadas a otros mercados en Wuhan. Por la diferencia en la dispersión de estos linajes, y por pensar en que hubo un solo origen, hasta ahora se considera que A antecedió a B y le dio origen.
El análisis publicado en virological.org incluyó 1,716 genomas de SARS-CoV-2 que se recopilaron antes del 28 de febrero de 2020, entre los que identificaron 38 genomas que podrían considerarse “intermedios” entre A y B. Sin embargo, al hacer más detallado el análisis encontraron mutaciones que están definitivamente asociadas a alguno de los dos linajes, lo que indica que no pueden ser intermedios.
Los autores sugieren que esto puede deberse a errores del laboratorio o del manejo de los datos, pero Nature contactó a los investigadores que procesaron algunas de las muestras, quienes dijeron que es poco probable que sus secuencias incluyan errores.
“Es muy poco probable” que alguno de los denominados genomas intermedios sean en realidad genomas de transición, dijo el coautor del estudio Joel Wertheim, epidemiólogo molecular de la Universidad de California en San Diego, a Nature. Esto da sustento a la idea de que el virus saltó entre animales y personas en más de una ocasión.
De ser cierta, esta idea sería el fin de la hipótesis de que el SARS-CoV-2 se escapó de un laboratorio, en lugar de originarse en el comercio de vida silvestre, dice Robert Garry, virólogo de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans. Aunque aún es necesario que el análisis pase por una revisión por pares y que hagan más investigaciones.
Sin falla. Para llegar a esta conclusión, se entrevistó a varios expertos que descartaron errores en la investigación o en el laboratorio.